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Salinas de Añana contará con un Bulevar de la sal y un auditorio

El valle salado de Saliñas de Añana no sólo recuperará su producción salina en los próximos años, sino que contará con un Bulevar de la sal, un balneario, una plaza de agua salada con fines terapéuticos, un auditorio y 600 placas solares para captar energía. El Plan Director de Recuperación Integral del Valle, aprobado en julio de 2004, prevé una inversión inicial de 3,4 millones de euros entre el 2005 y el 2009, que servirán no sólo para devolver la capacidad salinera a esta zona, sino para promocionar su valor turístico e histórico, según detalla la revista Dato Económico en su último número.

Una de las iniciativas previstas es lo que se ha denominado como Bulevar de la sal, que supondrá la rehabilitación de una serie de edificios colindantes al valle salado que albergarán la sede de la futura fundación, una sala de exposiciones y un almacén para manufactura y venta de sal. La construcción central del bulevar será un edificio rehabilitado de dieciocho metros de largo y ocho de alto forjado a base de piedra y madera. Mantendrá sus vetustas paredes e incluirá una cúpula con forma de elipse de madera recubierta con cerámica blanca.

Otra de las previsiones en el Plan Director es una "plaza" de eras para mojarse los pies con agua salada que tendría fines curativos. Los vecinos del pueblo destacan que "la sal siempre ha tenido propiedades para evitar enfermedades reumáticas y ha contribuido a mejorar la circulación sanguínea".

Balneario

Una tercera idea, aunque más complicada al implicar inversiones privadas, es la construcción de un balneario. "Montarlo no cuesta nada, pero el problema viene con la gente que acuda a él: ¿qué hacen, dónde comen, dónde duermen?", explican varios promotores interesados en construirlo. Lo que sí se acometerá será un auditorio con capacidad para quinientos espectadores. La idea es instalar un graderío permanente en la parte baja del valle para ver desde él todo tipo de espectáculos, incluso algunos conciertos del Festival de Jazz de Vitoria.

Además, en el valle se instalarán unas seiscientas placas solares en otras tantas eras del valle -un tercio del total-, con las que se pretende cubrir el consumo de electricidad de todo el pueblo.

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Las salinas tradicionales no pueden competir produciendo sal al por mayor, por ello se ha buscado su viabilidad a través del mercado gastronómico de calidad y el ecoturismo. Las salinas cuentan con un peculiar ecosistema y son el reflejo de toda una cultura y de una historia.

Las de Añana ya funcionaban, por lo menos, hace 800 años. Fue Alfonso VII quien otorgó el título de Villa al poblado adyacente en 1140. Durante siglos, el enclave fue básico para la economía alavesa hasta la aparición de nuevos yacimientos salinos, a mediados del siglo XX.

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