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Reportaje:

Manu, el Grande

El argentino Ginobili lidera a San Antonio, finalista de la NBA tras eliminar a Phoenix

Los naturales de Bahía Blanca, a 600 km. al sur de Buenos Aires, no son exactamente humildes en los que refiere a su pedigrí baloncestístico. Aseguran que si un bahiense se va a Madrid y le dan cuatro amigos, es capaz de eliminar al campeón de la Liga ACB. También insisten en que la medalla de oro de Argentina en Atenas la ganó Bahía Blanca reforzada por unos cuantos jugadores. A la ciudad que divide La Pampa y la Patagonia, la representaban Pepe Sánchez, Montecchia y por supuesto Ginobili, el mismo que ganó el anillo con San Antonio en 2003. Y el mismo que el miércoles alcanzó la final de 2005 tras derrotar a Phoenix (101-95, 4-1 en la serie).

Emanuel Ginobili (Bahia Blanca, Argentina, 1977), mas conocido como Manu, se ha convertido en la mayor atracción de los play-offs de la NBA en su tercera temporada con los San Antonio Spurs, completando unas estadísticas sobresalientes: 21,8 puntos, 5,8 rebotes y 4,3 asistencias por partido en las eliminatorias ante Denver, Seattle y Phoenix. Efectivamente, Ginobili sólo podía ser de Bahía Blanca, una ciudad que recibe a sus visitantes con un enorme cartel que lee: "Bienvenidos a la capital argentina del baloncesto". Esta ciudad fría y ventosa consiguió crear una escuela propia, que une el conocimiento de los fundamentos básicos del baloncesto con jugadores que son defensores férreos y valientes que no dudan en lanzarse al parqué en busca de un balón dividido. Si a ello se le añade una zurda impredecible, altas dosis de contorsión aérea y un gran tiro exterior, aparece Manu Ginobili.

Sin embargo, a su entrenador, el regio Popovich, le costó entender a Manu, demasiado caótico para el perfecto organismo que había creado en San Antonio, donde los jugadores sabían de una manera casi informática sus deberes dentro del parqué. Tras una primer curso de sudores fríos por sus imposibles entradas a canasta y sus alocados saltos en busca del rebote ofensivo, Popovich desistió y dejó a Manu ser Manu. Ahora, gracias a las gotas de caos que añade al equipo de, entre otros, Duncan y Parker, Ginobili es la pieza impredecible que necesitaban los Spurs.

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