Fernández de la Vega insta a los padres a establecer un "sistema de control" sobre la televisión que ven sus hijos
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, considera "vital" que los padres "establezcan un sistema de control" sobre los programas de televisión que ven sus hijos, ya que son los "primeros responsables" de su formación, y "esa responsabilidad es indelegable". De la Vega, que inauguró ayer en Madrid las jornadas Telediarios infantiles y juveniles en Europa: los valores de la formación y la información, organizadas por el Observatorio Europeo de la Televisión Infantil (OETI) y la Fundación Rafael del Pino, defendió la importancia de proteger a los menores frente a la "fascinación absoluta" que experimentan hacia el medio. "No porque sea el malo de la película, sino por el enorme poder" que "acumula", precisó.
Tras aludir a la reciente puesta en marcha del código de autorregulación sobre contenidos televisivos, la vicepresidenta se congratuló por los avances conseguidos hasta la fecha: "Estamos en el buen camino para evitar lo malo", comentó, y aseguró que "ha llegado la hora de crear una televisión amiga de la infancia y la juventud".
Durante su intervención, realizó una "llamada de atención" al hecho de que una programación televisiva "adecuada y motivadora" puede transformar a los niños de telespectadores pasivos a "seres humanos activos, capaces no sólo de oír y ver, sino también de pensar, actuar y desarrollar su sentido crítico".
Por ese motivo apuntó que hay que ir más lejos de los dibujos animados, trazando nuevos caminos que permitan diseñar una programación infantil y juvenil "específica y de calidad". En ese camino comentó que los telediarios infantiles y juveniles "deben tener una presencia destacada dentro de esos nuevos contenidos" y destacó las ventajas que aporta la Televisión Digital Terrestre (TDT) para los menores. "La interactividad es un instrumento decisivo a la hora de pensar en nuevos contenidos y programas dirigidos a la infancia", y la TDT ha de servir para diseñar una programación cada vez "más adaptada a las necesidades y habilidades" de los niños y los jóvenes.
