"Queremos invitar a artistas para que puedan producir sus obras en Castellón"

Tiene claro lo que quiere. Sabe lo que busca para el Espai d'Art Contemporani de Castelló y cómo conseguirlo. Ayudaría algo más de presupuesto pero, aún así, proyecta una reconversión del espacio expositivo de la capital de La Plana que más repercusión ha tenido en la historia de la ciudad, con el objetivo de "hacer museo". Para producir, no sólo exposiciones, sino también el debate cultural. Juan De Nieves llegó a la dirección de EACC, en diciembre, después de una etapa turbulenta que, incluso, provocó el cierre durante meses. Pero De Nieves conocía el espacio donde ha trabajado desde su apertura, en 1999, como director de exposiciones. Ahora, desde la serenidad, comparte su responsabilidad con Lorenza Barboni, quien se encarga de la parte de gestión y con la que forma un tándem que permite que el Espai funcione y que parezca que lo hace por inercia. Tiene el listón muy alto. Pero sabe que las posibilidades de este pequeño centro son muchas y quiere explotarlas.

"Hay centros que quieren producir también debate cultural"

"Un centro de arte contemporáneo no puede dar la espalda a la realidad donde vive"

Pregunta. Para qué sirve el EACC?

Respuesta. El EACC es un espacio que cada vez pretende más ser un dinamizador cultural de la ciudad. Se creó como centro de arte contemporáneo pero desde que nosotros hemos asumido la dirección estamos intentando que se convierta en un espacio más dinámico y que tenga ciertas conexiones con lo que se considera un centro de cultura contemporánea y no un mero espacio para exposiciones.

P. ¿Qué aporta el Espai a Castellón?

R. Yo diría qué es lo que pretende aportar. Pretendía crear una dinámica para la difusión y conocimiento del arte contemporáneo y creo que durante ese período lo consiguió. Nosotros queremos que a partir de ahora aporte un diálogo fluido con ciudadanía y con los paisajes asociados a la ciudad de Castellón.

P. ¿Qué aporta Castellón al Espai?

R. También diría lo que nos gustaría que aportase y es una dinámica muy fluida de interrelaciones, de debate, de atención a las preocupaciones y problemáticas que plantea Castellón.

P. ¿Se siente como Asterix en la irreductible aldea gala, rodeado de romanos?

R. No nos sentimos en absoluto aislados del contexto de la ciudad. Cada ciudad tiene sus peculiaridades y especialidades. Un centro de arte contemporáneo o un espacio de cultura contemporánea no puede, de ningún modo, dar la espalda a la realidad donde vive.

P. Dígame una cualidad o virtud de cada uno de sus antecesores.

R. Del primer período del EACC podemos hablar de muchas virtudes. Creo que se aportó un modelo muy singular en el panorama artístico español de esos años, especialmente débil en aquel momento. Se aportó un modelo de trabajo, de difusión y de demostración de algunas de las prácticas artísticas más importantes de la actualidad. No me siento capacitado para hacer una valoración del segundo período porque fue muy breve y no creo que al segundo director le diese tiempo a demostrar cuál era su programa y sus motivaciones.

P. ¿Qué cambiaría de su gestión?

R. No estoy interesado en remover el pasado sino más bien en trabajar en el presente e intentar crear un modelo de gestión y de creación artística desde nuestros propios planteamientos. No vamos a renunciar a la memoria de este lugar pero estamos trabajando desde el presente.

P. ¿En qué se diferencia de ellos?

R. El Espai, en su primer momento y hasta hace un año pretendía dar a conocer prácticas artísticas contemporáneas, es decir, trabajar sobre la actualidad de la creación contemporánea, dando a conocer determinados artistas o prácticas que no habían estado presentes en esta ciudad ni en este contexto. Nosotros queremos seguir trabajando en esta línea pero sí que hay un impulso muy fuerte por mantener una comunicación muy fluida con la ciudadanía y de trabajar con artistas y prácticas en el contexto de la ciudad, que es una responsabilidad de primer orden. Queremos invitar a artistas para que no vengan con obras ya creadas sino que las puedan producir en Castellón, sean de la naturaleza que sean, pero que se produzcan específicamente en la ciudad.

P. ¿Qué proyectos hay cerrados?

R. La prótesis institucional, con la que se reinauguró el EACC, es una estructura que está en funcionamiento continuo y con un tempo diferente a la sala de exposiciones. En la sala estamos a mitad del proyecto de Ulrike Ottinger. En julio inauguraremos una exposición de Berta Sichel, directora de Audiovisuales del Museo Reina Sofía, Terra in firma, sobre videocreación contemporánea centrado en cuestiones relativas a la naturaleza, el paisaje y la ciudad. En octubre tendremos una continuación de Contemporáne@, con un proyecto de intervención en espacios públicos con diferentes actuaciones y diversos agentes de la ciudad, algunos de Castellón y otros que vendrán a trabajar a aquí. Con esta exposición y la posibilidad de un microconcierto de música contemporánea cerraremos 2005.

P. Fue su primer proyecto como director, esa prótesis de Santiago Cirugeda, una muestra de su intención de transgredir, de provocar?

R. Creo que cualquier centro de arte contemporáneo tiene la obligación de transgredir. La prótesis es un modelo de trabajo con el contexto de la ciudad. Hemos decidido construir esta especie de vía de escape y la prótesis se convierte en espacio de debate y de reflexión con agentes artísticos y extraartísticos de la ciudad. De hecho, se han producido las primeras conversaciones con determinados colectivos de la ciudad, como inmigrantes que están utilizando la prótesis, y otras líneas que se insertan más en lo artístico como su uso para artistas y diseñadores para organizar encuentros y debates.

P. ¿Qué diferencia al Espai de otros centros?

R. Yo haría una clasificación que quizá es un poco simple pero que responde a la realidad. Por una parte hay centros productores de exposiciones y, por otra, centros que quieren producir también debate cultural. Nosotros estamos en el último grupo y son más bien pocos los que existen en el país.

P. ¿Qué le falta al EACC?

R. Tiene buenas condiciones para trabajar. Quizá le falta lo que a la mayor parte de los museos, un poco más de presupuesto. Estaríamos más satisfechos con más dinero. Pero este espacio tiene un mundo de posibilidades y en nuestra responsabilidad está el trabajar.