La reforma del acceso a Bilbao por Begoña reducirá su tráfico a la mitad

La Diputación de Vizcaya iniciará en octubre las obras para convertir en vía urbana uno de los accesos a Bilbao, la entrada por el túnel de Begoña y el puente de La Salve, con lo que se pretende reducir a la mitad los 65.000 vehículos diarios que transitan por este vial. El proyecto, que se prevé concluir en 2008, descarta el soterramiento, como pedían los vecinos, y tendrá un coste de 27,5 millones para 2,7 kilómetros.

La Avenida de Zumalakarregi, que absorbe gran parte del tráfico que procede de San Sebastián a través de la carretera general, está en debate desde hace 17 años. Los 100.000 vecinos de los barrios de Santutxu, Txurdinaga o Uribarri ven dificultadas sus comunicaciones por un vial con un tránsito diario de 65.000 vehículo. Su apuesta ha sido soterrar la carretera, pero esta solución ha sido cuestionada por el PNV, el partido que gobierna en el Ayuntamiento bilbaíno y la Diputación foral.

El alcalde, Iñaki Azkuna, justificó ayer mantener el vial con la inclusión de tres rotondas y 13 semáforos para ralentizar la circulación basándose en la "sostenibilidad" y la alta inversión que requeriría el soterramiento. Otro argumento es que el 45% del tráfico en esta zona "son recorridos entre los barrios", que se dificultarían con aquella solución. "No queremos una vía rápida para entrar en el centro", adujo el alcalde, quien añadió que la necesidad de dar acceso a los vecinos de la zona obligaría a construir otra carretera intervecinal".

El diputado general José Luis Bilbao aseguró que el soterramiento trasladaría el "tapón" de tráfico al centro de la capital y supone una "inversión desproporcionada".

La reforma discurrirá a lo largo de 2,7 kilómetros entre el puente de La Salve y el polideportivo de Txurdinaga. La Diputación aprovechará para realizar una reforma integral del puente, con un presupuesto de 2,8 millones de euros. Ésta será la primera actuación que se ejecute, a partir de octubre. El proyecto incluye otros cinco tramos, entre los que destaca la construcción de una gran rotonda en la actual bajada desde esa vía hacia el Ayuntamiento de Bilbao. Supondrá la desaparición del paso inferior actual y en esa zona, casi hasta la Basílica de Begoña, se construirá un boulevard peatonal de 460 metros de longitud y 20 metros de ancho, incluyendo un bidegorri.

Este tramo será el más complicado y el que generará mayores problemas de ejecución. Absorbe además más de la mitad del presupuesto total, 14,1 millones de euros. El diputado general señaló que sólo falta determinar los plazos de ejecución del sexto tramo, el de menor complicación, al estar más alejado de las zonas más densas. José Luis Bilbao agregó que la reforma dejará el tránsito diario en cerca de 30.000 vehículos, la mitad de los actuales, y confió en que la movilidad se desplace a la nueva línea de metro en esta zona.

El PP defendió ayer el soterramiento y auguró que la ciudad "se morirá" si se dificulta más el tráfico hacia el centro.