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Un cargo de Turismo declara que el 10% de los expedientes se tramitaban de forma irregular

Casi 3.000 informes desaparecieron del departamento sin que nadie lo advirtiera

El 10% de los expedientes del Consorcio de Turismo de Cataluña entre los años 1993 y 1995, cuando lo dirigía Joan Cogul, siguió una tramitación irregular, según explicó ayer en la Audiencia de Barcelona Josep Montfort, actual responsable del servicio de contratación y en aquella época encargado de la gestión administrativa. Las irregularidades afectaban a los expedientes sobre estudios del sector que resultaron ser copiados o inútiles, objetos de regalo realizados por este organismo o viajes de familiarización para periodistas que en algunos casos no se realizaron.

Montfort relató al tribunal de la Sección Décima que juzga la supuesta malversación de casi un millón de euros del consorcio en la época de Cogul que ese 10% de los expedientes seguía una "tramitación paralela" al resto, por lo que se empezaban a tramitar sin autorización y sin propuesta de pago. En esos casos era el propio Cogul quien comunicaba la contratación y quien aportaba las tres propuestas de empresas que aspiraban a la adjudicación, cuando oscilaba entre uno y cinco millones de pesetas (de 6.000 a 30.000 euros), según Montfort.

En algunos casos, los presupuestos se presentaban antes de constituirse las empresas que se beneficiaban, muchas de las cuales eran de Reus, la población natal de Cogul. Él las elegía y acordaba la adjudicación.

La cantidad exacta de expedientes que se tramitaron de manera irregular es difícil de concretar, aunque fueron varias decenas. Un informe de la Guardia Civil realizado en la investigación judicial del caso detectó 35 supuestos casos entre 1994 y 1995 y ayer Montfort ratificó esa irregularidad "en la gran mayoría de esos expedientes". El contenido de muchos de esos informes y sus efectos es lo que se está juzgando en la Audiencia de Barcelona, en una vista en la que ha aflorado que las empresas beneficiadas pertenecían a amigos de Cogul, a su propia esposa o a militantes de Unió (UDC).

Los expedientes irregulares se pagaban de manera muy rápida, en algunos casos al día siguiente de entregarse, mientras que los más frecuentes tardaban entre nueve meses y dos años. Montfort también admitió que como no se presupuestaban esos expedientes irregulares, se generó un déficit en el Consorcio de Turismo que él cuantificó en 100 millones de pesetas (unos 600.000 euros) en 1994, mientras que en el ejercicio de 1995 se agotó la partida anual en el mes de julio.

En otro momento relató que entre 1997 y 1998, cuando se estaban auditando las cuentas, se descubrió la desapareción de entre 2.600 y 3.000 expedientes de los años 1990 y 1991 y su documentación contable. Ocupaban "24 cajas de embalaje", dijo Montfort, y para sustraerlos hizo falta "una furgoneta o un camión pequeño". Cuando al cabo de los años se echaron en falta, el departamento abrió una investigación interna que acabó en nada. Tampoco se percató nadie de que se arrancaron otras docenas de informes de la documentación oficial. "En el consorcio hay muchos misterios", dijo un abogado defensor. "Más de los que los pensamos", remató el presidente del tribunal, que ha requerido a UDC para que entregue los pagos a la viuda de Cogul.

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