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Reportaje:LA RELIGIÓN EN LA ESCUELA

¿Hacia una escuela de religiones?

Para entender la trascendencia de las decisiones que se adopten en este momento sobre la asignatura de Religión y su alternativa en la escuela no hay que situarse en la actualidad, sino dentro de 10 o 15 años.

El panorama escolar de los centros educativos ha cambiado ostensiblemente en los últimos años, inclinándose hacia la multiculturalidad y, con ella, a la diversidad religiosa de las familias y alumnos. El número de escolares inmigrantes asciende en España a medio millón (el 7,2% del total) y ha aumentado a razón de 100.000 por curso en los últimos años. Muchos proceden de países en los que la mayoría de la población profesa religiones diferentes a la católica.

La inmensa mayoría de los alumnos que escogen Religión en España en la actualidad estudian la católica, aunque ya se ha empezado a apreciar una disminución en el porcentaje total de estudiantes que la eligen (del 81,9% hace cuatro años al 75,6% el curso pasado), según datos episcopales.

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Las cifras sobre los estudiantes que cursan las otras tres religiones con las que el Estado español ha acordado garantizar su enseñanza en la escuela son imprecisas. Se calcula que hay 100.000 alumnos musulmanes en España, aunque prácticamente sólo se enseña esta confesión en los colegios de Ceuta y Melilla. Una situación que cambiará progresivamente (según ha anunciado el Gobierno) para garantizar los mismos derechos a los estudiantes que quieran cursar la asignatura confesional católica que los que escojan la musulmana, protestante o judía (las tres confesiones con las que el Estado español tiene acuerdos).

Ante esta situación, los principales expertos en estas cuestiones van un paso más allá que el actual debate entre partidos políticos y organizaciones sociales. Su análisis conduce a un aspecto clave: si se mantiene la asignatura confesional de Religión dentro del horario escolar y con una alternativa (sea la que sea) para los alumnos que no quieran estudiarla, la enseñanza de esta materia dentro de las escuelas y la polémica que siempre la rodea coparán cada vez más atención al ser necesario garantizar los mismos derechos a aprender otras religiones a los alumnos inmigrantes. Además, el número de profesores de religión en los colegios se multiplicará para incorporar a los de otras religiones. A todos esos docentes habrá que garantizarles los mismos derechos. Los profesores de religión católica, aunque son nombrados por la Iglesia, forman parte en la actualidad, como uno más, del equipo docente del centro.

Además, si la asignatura de Religión confesional se mantiene como evaluable y cuenta para la nota media (como ocurre ahora en todos los cursos, menos en 1º de bachillerato), ¿se podrá considerar equivalente la evaluación que se haga en las distintas confesiones cuando cada una tiene libertad para definir su contenido y la forma en la que la evalúa?

¿En una España con cada vez más credos es razonable mantener de cara al futuro la enseñanza confesional de todos ellos dentro de las escuelas? Ésta es la pregunta que han lanzado muchos expertos en los últimos meses de debate sobre la futura ley educativa. Son especialistas en contenidos educativos, en organización escolar y en convivencia en las aulas, es decir, profesionales de la enseñanza no relacionados con la enseñanza de la asignatura de Religión.

La Iglesia católica siempre ha estado interesada en que la asignatura de Religión se enseñe dentro del horario escolar y con una alternativa fuerte, para dar más relevancia a su materia. Si no se modifican los actuales acuerdos con la Santa Sede, debe mantenerse la obligación de ofrecer la asignatura confesional en todos los centros educativos, pero no está claro que ésta deba permanecer -desde el punto de vista legal- ni dentro del horario escolar, ni que deba tener una alternativa.

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