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El BBVA condiciona la OPA de BNL a obtener más de la mitad del capital

Un grupo de constructores italianos, que controla el 24% del banco, no acudirá a la oferta

Íñigo de Barrón

Se recrudece la batalla por la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), sexto banco italiano, y se marcan los bandos. El BBVA hizo públicas ayer las condiciones que ha puesto ante las autoridades italianas para aceptar la OPA (oferta pública de adquisición). Entre ellas destaca conseguir el 50% del capital, incluyendo el 14,7% que ya posee. Enfrente está el grupo de constructores accionistas de la BNL, capitaneado por el empresario Francesco Caltagirone, que anunció que su 24% no irá a la OPA. Caltagirone ayuda así al gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, que quiere impedir la operación.

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El BBVA, convencido de que el Banco de Italia autorizará la OPA de BNL

El BBVA dio ayer el pistoletazo de salida oficial para la OPA sobre BNL con la presentación ante el Banco de Italia, la Consob (comisión de valores italiana) y la CNMV (órgano español regulador de los mercados) de los detalles de la operación.

El consejo de administración de BBVA ha tomado precauciones ante lo que parece una operación larga y quizá complicada, que deberá realizar en campo contrario. Así, ha supeditado el éxito de la OPA a conseguir más del 50% de su capital, si bien podría alcanzar un porcentaje inferior y dar por buena la oferta. La clave es que con las acciones que compre, sean las que sean, consiga la gestión de la entidad transalpina.

También supedita la compra, valorada en 6.400 millones de euros, a que no se vacíen los recursos propios y el patrinonio de la BNL durante la oferta. Además, lo que es más significativo, advierte de que si las autoridades italianas demoraran en exceso la OPA (debe iniciarse antes del 21 de junio y finalizar el 1 de octubre), podría renunciar a ella. Es una puerta de salida para evitar que la situación se eternice y el valor sea castigado en Bolsa.

Mientras tanto, el BBVA se mueve con prudencia. Ayer desconvocó una reunión prevista con los medios de comunicación para ampliar la información de la CNMV, para no levantar así suspicacias en Roma.

Camino espinoso

La primera prueba de que la OPA no será un camino de rosas llegó ayer. El BBVA se enfrenta al autodenominado contrapacto de accionistas de BNL, un grupo de constructores liderado por el empresario Francesco Gaetano Caltagirone, contrario a la operación, que anunció que no tiene previsto vender sus acciones, un 24% del capital. Caltagirone ya es conocido en España por una de las operaciones más polémicas en el sector inmobiliario. Con la mediación de Alejandro Agag, yerno del ex presidente José María Aznar, el empresario italiano intentó sin éxito hacerse con el control de Metrovacesa en 2003.

La oposición al banco presidido por Francisco González, que no forma jurídicamente un pacto de accionistas como el que tiene el banco vasco, pide que el BBVA presente un plan industrial para garantizar que BNL vuelve a registrar beneficios (en 2003 perdió 34 millones de euros). "El contrapacto no venderá y seguirá firme en sus decisiones", afirmó Vito Bonsignore, presidente de Gefim Holding, sociedad que posee el 3% del banco transalpino, informa Europa Press.

"Hemos dicho que no vendemos porque nuestra inversión es a largo plazo y por ahora esperamos que, por una parte, el BBVA presente un plan industrial y, por otra, que los socios italianos expresen lo que quieren hacer para después esperar que el mercado siga su rumbo", manifestó Bonsignore, unido a los empresarios Stefano Ricucci y Caltagirone. Bonsignore afirmó que "desde hace cuatro años perdemos dinero" y ha llegado el momento de "hablar de cómo aumentar las ganancias del banco", dijo.

Reestructurar la BNL

La batalla en Consejo de Administración de BNL es más favorable al BBVA, que tiene cuatro consejeros y siete (lo que supone mayoría sobre los 13 puestos) si se suman los de su pacto. El Consejo de BNL se reunirá el próximo 8 de abril para decidir si considera amistosa u hostil la operación.

Desde el Gobierno italiano, el ministro de Economía, Domenico Siniscalco, se ratificó ayer en su apuesta por la apertura del mercado financiero, en lo que parece la postura no oficial del Ejecutivo. Sin embargo, el Banco de Italia sigue buscando entidades italianas dispuestas a lanzar una contraopa, operación compleja por el reducido tamaño de las entidades italianas y porque el precio ofrecido valora el total de BNL en 7.000 millones.

Ahora, el supervisor italiano tiene 30 días naturales para analizar la operación y presentar posibles razones objetivas que impidan la OPA. En caso contrario, el 28 de abril se iniciaría la oferta. El plazo podría ampliarse si el supervisor requiriese información adicional, en cuyo caso se pararía el reloj.

El BBVA enmarca la compra de BNL en su estrategia de crecimiento, dirigida a "incrementar la dimensión del grupo, diversificar geográficamente la obtención de beneficios" y logar ser uno de los bancos europeos más competitivos. El plan, no cuantificado ayer, comprende la "reestructuración y mejora de las actividades de BNL" que pivotará sobre una reducción de gastos, el aumento de los ingresos, el reforzamiento de su red comercial, la integración de la banca mayorista en la unidad española y la transferencia de tecnología y sistemas de gestión de riesgo.

Compra defensiva de acciones

El BBVA, al igual que hizo el grupo Santander cuando compró el británico Abbey, ha anunciado un plan de compra de acciones propias (hasta el 3,5% del capital) en el que podría invertir un máximo de 1.720 millones. Los títulos adquiridos se amortizarán, según el banco.

Este tipo de operaciones se realizan por varias razones. La primera es evitar que caiga el valor en Bolsa después del canje, sobre todo si los nuevos accionistas procedentes de Italia deciden vender al recibir los títulos del BBVA.

Otro objetivo es que no se diluya en exceso el beneficio por acción tras realizar una gran ampliación de capital. No hay que olvidar que el banco pondrá en el mercado 530 millones de nuevas acciones, el 15% del capital. Diferentes firmas de análisis han explicado que la adquisición de BNL podría ser dilutiva, es decir, reduciría el actual beneficio por acción. Estos cálculos podrían variar cuando se conozcan los ahorros de costes que produciría la operación.

Las acciones del BBVA subieron ayer el 0,24%, mientras que las de la Banca Nazionale del Lavoro cedieron el 0,74%.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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