La ampliación del Retiro ideada por Siza ganará seis hectáreas para el parque

Madrid recuperará seis hectáreas para el parque del Retiro, según la reforma proyectada por el grupo de arquitectos dirigidos por Álvaro Siza, ganador del concurso para acometer la remodelación del eje Prado-Recoletos.

El futuro nuevo perímetro de zona verde incluye los actuales viveros del parque y el área donde se halla el observatorio astronómico, entre la calle de Alfonso XII y el paseo de Infanta Isabel, dentro del cual sólo se respetarán los edificios emblemáticos.

Sin embargo, las modificaciones sobre la propuesta urbanística realizadas por Trajineros -que reúne a los arquitectos Siza, Juan Miguel Hernández de León, Carlos de Riaño, José Miguel Rueda y Fernando Terán- excluyen definitivamente tocar las viviendas situadas en el denominado cerrillo de San Blas. Una versión anterior del proyecto planteaba demoler 314 casas.La nueva versión de la propuesta de reforma del cerrillo de San Blas pretende "reorganizarlo", trasladando algunos de los edificios de investigación y echando abajo las construcciones no históricas, según explica el arquitecto Carlos de Riaño. "Hay que tener presente que éste es el proyecto [de toda la remodelación del eje Prado-Recoletos] que más tarde puede terminarse", agrega.

La razón es que, para poder liberar el espacio sobre el que los arquitectos trabajan, son necesarias muchas negociaciones entre el Ayuntamiento y las diversas instituciones que están asentadas en el cerrillo de San Blas. Algunas de ellas están ya en marcha, según apunta el coordinador general de Gestión y Organización de Proyectos del área de Urbanismo, Francisco Panadero.

Después vendría la demolición de los inmuebles de nueva construcción y el acondicionamiento de los históricos. La idea es mantener equipamientos de uso indefinido, que poco a poco irían siendo ocupados. Pero, como reconoce Riaño, va a ser un "proceso largo y complejo".

Un ejemplo son las actuales dependencias del instituto Santa Isabel. Según el proyecto de Trajineros, sólo respetaría el edificio original. "El instituto ha crecido con edificios de poca calidad y han puesto barreras al libre acceso, con vallas", explica Riaño. La intención es trasladar este centro escolar a otro lugar, que podría ser, según el arquitecto, los edificios de Renfe que están en la avenida Ciudad de Barcelona. "Eso dejaría mucho espacio delante al instituto para pistas deportivas o nuevas dependencias", asegura, tras remarcar que el planeamiento en el que trabajan "fija posibilidades, pero no el uso definitivo".

También serían trasladadas las dependencias del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), que, en la actualidad, tiene edificios en una zona pegada al paseo del Duque Fernán Núñez y otros junto al instituto Isabel la Católica. Lo mismo ocurre con el actual Gobierno Militar, frente al Panteón de Hombres Ilustres, en el paseo de la Reina Cristina. La propuesta es mantener sólo el edificio original.

La base de la recuperación del suelo público ocupado por las instituciones es recuperar la cornisa que ofrece el cerrillo de San Blas, lo que permitirá recobrar una vista sobre Madrid en lo que hoy es "un basurero", según Riaño. Esa vista está hoy imposibilitada porque desde la calle de Alfonso XII hasta la plaza de Mariano de Cavia los diversos edificios forman una barrera arquitectónica.

Un paseo por la cornisa

La propuesta urbanística plantea acceder al Observatorio Astronómico por unos propileos y alargar el paseo que sale de este edificio, bordeando la cornisa. El camino seguiría rodeando el antiguo edificio del instituto Ramón y Cajal (hoy Escuela de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas), donde se instalaría un mirador al vacío hacia el sur de la ciudad.

Por el norte, recuperarían los terrenos donde están los viveros del Retiro, de gran valor arquitectónico, según Riaño, que destaca la belleza de las estufas metálicas existentes, así como de la noria. "Ahora es un coto cerrado. Ésta debe ser un área restringida, pero con un uso didáctico", asegura.

La actuación incluye también despejar la parte trasera de las viviendas del paseo de la Reina Cristina, donde hay unas naves que arrancan del talud, que ocupan infraviviendas y talleres, según Riaño. "Queremos despejarlo y sustituirlas por edificios de menos impacto", asegura.

Además, el proyecto prevé un acceso trasero rodeando las viviendas, pues en la actualidad la calle de San Juan Bautista Sacchetti es un fondo de saco. Ésta se abriría y tendría una salida al paseo de Infanta Isabel. Al final de éste, está proyectado un nuevo edificio, equipado con un ascensor que facilitaría el acceso al cerrillo.

"Nuestra propuesta pretende hacer cirugía urbana y, sobre todo, eliminar la mugre", concluye Riaño.