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El Puerto de Alicante supedita el buque-tienda a su repercusión en el comercio local

La Autoridad Portuaria de Alicante acordó ayer, en su Consejo de Administración, condicionar la aprobación de un buque-tienda -un trasbordador amarrado en aguas urbanas y con capacidad para acoger más de un centenar de tiendas outlet-, a los resultados favorables de un informe económico previo. La medida se adopta tras el rechazo frontal de las dos federaciones de comerciantes, que agrupan a 18 asociaciones de tenderos, y de la patronal de hostelería, al proyecto comercial de la firma norteamericana Global Seascape por "competencia desleal".

De esta forma, el sondeo, elaborado por la Cámara de Comercio durante un plazo de mes y medio, evaluará el posible impacto económico y las probables repercusiones en el comercio tradicional. El presidente de la Autoridad Portuaria, Mario Flores, explicó que la pretensión del estudio es "comparar" los efectos beneficiosos, tanto económicos como comerciales, que, según la firma impulsora, acarrea la instalación de este centro comercial flotante. "Si los resultados del estudio coinciden en un alto porcentaje con los reflejados en el proyecto empresarial, podríamos dar viabilidad al inicio de los trámites pertinentes para el amarre", dijo Flores. Los resultados se harán públicos en un plazo de tres meses.

La cuestión se abordó en exclusiva durante la reunión del Consejo de Administración, a la que también asistieron dos representantes de la firma norteamericana. El órgano portuario instó a Global Seascape a reunirse con los comerciantes del municipio para que la misma mercantil exponga la iniciativa al colectivo y resolver, así, las dudas. La Confederación de las Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme) estima que la futura superficie comercial flotante implica una competencia "desleal" para las pequeñas tiendas en tanto que, al estar enclavado en área portuaria, gozaría de libertad total de horarios.

Según Flores, Global Seascape mostró su disposición a contactar con la patronal de comerciantes para llegar a acuerdos sobre los horarios que éstos ya tienen pactados. "Nadie se puede oponer a un proyecto de este tipo, pero sí que hay que tener más información", dijo Flores. Por lo que respecta a la firma, ésta deberá abonar 19 millones de euros en concepto de impuestos al Ayuntamiento de Alicante y a la Autoridad Portuaria. "Si todo va por buen camino los miembros del Consejo de Administración del Puerto darán el visto bueno a este proyecto y se iniciará la tramitación de la concesión". Por su parte, el alcalde de Alicante, Díaz Alperi, manifestó que "no existe una oposición frontal al proyecto", si bien, agregó, es necesario realizar un informe.

Global Seascape presentó el proyecto en Valencia y Málaga, y en las ciudades italianas de Nápoles, Trieste, Bari, Brindisi y en la británica de Southampton.

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