Pensar lo impensable
"Nunca una época ha estado tan dispuesta a soportarlo todo y a la vez a encontrarlo todo tan intolerable". Cambiando los términos de esta nota de Giorgio Agamben, cabría decir que nunca una época ha estado tan dispuesta a ponerlo todo en imágenes y a la vez a encontrarlo todo tan inimaginable. Las categorías más perezosas suelen ser también las más socorridas. Así, afirmar que algo es impensable es la mejor forma de evitar la enojosa tarea de pensar en ello, lo mismo que la mejor forma de ahorrarse explicaciones es decir de algo que es inexplicable. Ni que decir tiene que uno de los episodios a los que con mayor frecuencia se califica con tales adjetivos es el Holocausto, olvidando el aviso de Imre Kertész, superviviente y premio Nobel, de que lo incomprensible no es la existencia del mal sino la del bien.
IMÁGENES PESE A TODO
Georges Didi-Huberman
Traducción de
Mariana Miracle
Paidós. Barcelona, 2004
272 páginas. 19 euros
En 2001 se celebró en París la exposición Memoria de los campos, que mostraba fotografías de los campos nazis de concentración y exterminio. En el catálogo de aquella muestra, el filósofo Georges Didi-Huberman recordaba la naturaleza incompleta de toda imagen -que nunca será "toda la verdad"- a la vez que defendía la importancia de algunas imágenes para conocer el pasado, por traumático que haya sido. Para Didi-Huberman, ése sería el caso de las cuatro fotografías que en agosto de 1944 tomaron clandestinamente los miembros del comando de detenidos obligado en Auschwitz a ocuparse de las cámaras de gas y de los crematorios. A comentar esas fotografías se dedica la primera parte de este Imágenes pese a todo. En la segunda, el autor de ensayos como Lo que vemos, lo que nos mira rebate las críticas que su tesis recibió de parte de pensadores afines a Claude Lanzmann, autor del documental Shoah y beligerante defensor de la idea de que el Holocausto es inimaginable y, por tanto, irrepresentable, hasta el punto de que cualquier aproximación visual es para él una suerte de fetichismo revisionista.
Pese a que en ocasiones Didi-Huberman se demora excesivamente en la letra pequeña de la polémica, Imágenes pese a todo termina siendo un penetrante ensayo sobre la representación visual, el montaje cinematográfico, el archivo, la memoria y la verdad. Partiendo de la idea de Jean-Luc Godard, en los antípodas de Lanzmann, de que "incluso completamente rayado un simple rectángulo de treinta y cinco milímetros salva el honor de todo lo real", Didi-Huberman defiende, con Hannah Arendt, que si Auschwitz sobrepasa toda noción de justicia y humanidad hay que repensar el derecho y las ciencias humanas, que allí donde "fracasa el pensamiento" y surge la tentación de lo impensable es donde debemos perseverar en el pensamiento.
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