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Los gobiernos vasco y navarro mantienen la alerta ante un empeoramiento del tiempo

El Ejecutivo foral pide a los ciudadanos que renuncien a circular por motivos de ocio

El temporal de frío ha dado un breve respiro al País Vasco y Navarra en las últimas horas, permitiendo que ambas comunidades vayan recuperando la normalidad. La red principal de carreteras quedó ayer despejada, todos los alumnos, salvo los de ocho centros de Álava, pudieron volver a sus aulas y se restablecieron gran parte de las comunicaciones por tren y por autobús suspendidas. Tanto el Gobierno vasco como el navarro mantienen la alerta y todo su operativo pues para esta tarde y mañana se espera un nuevo empeoramiento.

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España sufre la ola de frío más intensa de los últimos veinte años, según el Instituto Nacional de Metereología (INM), aunque la situación no es tan dura en Euskadi. "Siempre que el frío es de origen ruso-siberiano afecta a la mitad oriental del país", explica Margarita Martín, jefa de estudios del Centro Meteorológico INM-País Vasco. "Nosotros no somos los que nos llevamos la peor parte". Y ahí están los datos. La temperatura más fría de estos días, ocho grados bajo cero, se registró en la madrugada del viernes en Aránzazu (Oñati). En 2001 y 2002 se llegó hasta los -11,5º en Vitoria o los -10º en Iturrieta hace dos años.

Hay que mirar más lejos, a 1956, para encontrar una ola de frío más dura aún: ese año se llegó a -16,8º en la capital alavesa. La segunda en intensidad se remonta a 1985, con temperaturas mínimas negativas todos los días entre el 4 y el 7 de enero. Así las cosas, el temporal que azota estos días Euskadi dista mucho de ser uno de los más severos, lo que no quita para que las precipitaciones de nieve hayan ocasionado graves trastornos en las comunicaciones y disparado el consumo de electricidad. Iberdrola superó el miércoles su máximo histórico de distribución en el País Vasco con 62.490 megavatios hora en la jornada y su récord de demanda horaria con 3.038 megavatios. El pasado jueves y ayer, con la leve mejoría del tiempo, no se registraron "datos significativos", según un portavoz de la eléctrica.

Es una vuelta a la "normalidad" que se fue materializando, poco a poco, en todos los ámbitos. Ayer quedó despejada toda la red principal de carreteras delm País Vasco -aunque a última hora se preveían dificultades en puntos como la A-15 por la nieve- y las secundarias de Guipúzcoa y Vizcaya. En Álava, al cierre de esta edición, había mayores problemas. Los puertos de Opakua, Herrera, Bernedo y Orduña se encontraban cerrados al tráfico y se necesitaban todavía cadenas en la carretera de Contrasta y en los puertos de Zaldiaran y Vitoria.

Los quitanieves no dejaron de funcionar, sobre todo en Álava y Navarra, las provincias más castigadas. Ello permitió que los funcionarios volvieran a trabajar a Lakua y que todos los centros públicos de infantil y primaria, salvo ocho de Álava, abrieran sus puertas, si bien los autobuses escolares no lograron llegar a algunos pueblos de Guipúzcoa, como Gaztelu. Los estudiantes de secundaria y de algunos centros privados no tuvieron clase por la festividad de Santo Tomás de Aquino.

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El transporte de viajeros fue también recuperando la normalidad. La víspera ya funcionaban los autobuses de largo recorrido, los que unen las capitales vascas, y los urbanos de San Sebastián, Vitoria y Pamplona y ayer Euskotren prestó todos sus servicios. Pero, por ejemplo, Bizkaibus, que el jueves tenía diez líneas afectadas, ayer sólo vio alteradas cuatro. Renfe tuvo que suspender el tren Irún-Lisboa, las conexiones diurnas entre Galicia y el País Vasco y los servicios regionales Vitoria-Pamplona, Vitoria-Irún y Burgos- Vitoria entre otros. Mientras, Feve reestablecía el servicio entre Bilbao y León.

La mejoría era un hecho también en la capital alavesa, que tras días de colapso logró despejar las calzadas -no las calles peatonales-. Sin embargo tanto el Gobierno vasco como el de Navarra mantienen la alerta y el dispositivo de vialidad invernal, ya que las previsiones apuntan a un empeoramiento del tiempo ante la llegada esta tarde de otro frente frío que durará hasta mañana por la noche. La cota de nieve bajará a los 100 metros.

Con este panorama, el Gobierno foral pidió ayer a la población que evite coger el coche para disfrutar de la nieve y que sólo lo use este fin de semana en casos de estricta necesidad. Las nevadas caídas ayer volvieron a complicar el tránsito por la red principal navarra, con la necesidad del uso de cadenas a primeras horas en el puerto de Urkiaga, vía que luego quedó abierta.

Además, permanecieron cerradas en la red secundaria las carreteras de Isaba a Francia, el acceso a la sierra de Aralar, la carretera de Puente la Reina a Lezaun y la carretera de Lerate. En los puertos de Egozkue y Artesiaga también era necesario el uso de cadenas. El aeropuerto de Noain operó con normalidad, según informó Aena. El colegio de Irurtzun permaneció cerrado y se repitieron las quejas de vecinos de pequeños valles, como el de Ollo, a apenas veinte kilómetros de Pamplona, que han estado toda la semana incomunicados.

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