Ex militares de Perú se sublevan y piden la renuncia de Toledo
Los rebeldes matan a cuatro policías
Un inusitado brote subversivo ha estallado en Perú con la toma de un puesto policial por parte de un grupo de ex militares ultranacionalistas en Andahuaylas, localidad andina al sur del país. Anoche habían muerto cuatro policías, 12 personas estaban heridas y los atacantes mantenían 11 rehenes. El Gobierno ha enviado tropas y ha decretado el estado de emergencia en la zona, pero los rebeldes se niegan a entregarse si no renuncia el presidente, Alejandro Toledo.
En la mañana del sábado, el mayor retirado del Ejército peruano Antauro Humala, al mando de 150 reservistas, se hizo con el control del puesto policial de Andahuaylas, donde el grupo sorprendió a los pocos oficiales que se encontraban en servicio el primer día del año. Al menos cuatro policías murieron a manos de los sublevados, hay otras 12 personas heridas y 11 policías rehenes. Además, los rebeldes se incautaron de 80 fusiles automáticos, 4 escopetas, 29 granadas y gran cantidad de municiones.
Tras el asalto, Humala ordenó a su hombres rodear la comisaría en un radio de cinco manzanas. Igualmente dispuso que francotiradores se ubicaran en puntos estratégicos de los techos del puesto policial.
Acto seguido, utilizando megáfonos y desde un patrullero capturado, Humala llamó a la población a unirse al movimiento. Algunos jóvenes así lo hicieron y recibieron uniformes militares.
En entrevista telefónica con medios locales, Humala anunció que está dispuesto a deponer las armas y a entregarse a la justicia si el presidente de Perú, Alejandro Toledo, renuncia. Dijo, además, que sus motivaciones fueron la mala política económica y el pase al retiro de varios oficiales del Ejército, entre ellos su hermano, el comandante Ollanta Humala, hasta entonces agregado militar en Seúl, Corea.
El presidente Toledo tuvo que suspender sus vacaciones de fin de año en el norteño balneario de Punta Sal. De regreso en Lima, reunió a sus ministros y acordaron decretar el estado de emergencia en Andahuaylas por 30 días. El primer mandatario, junto con el presidente del Congreso, la fiscal de la Nación y el primer ministro dieron un ultimátum a los sublevados. "O abandonan su propósito o sufrirán las consecuencias de la aplicación de la ley", advirtió en tono enérgico el presidente del Consejo de Ministros y primer ministro, Carlos Ferrero.
Paralelamente, 300 efectivos policiales fueron enviados a la zona. Sin embargo, no hay ninguna autoridad civil al mando con poderes de negociación. Haciendo caso omiso a la advertencia, Humala y su gente, continuaron ayer con sus acciones de violencia. Un grupo de seguidores atacaron un camión policial que trataba de desbloquear la vía de acceso al aeropuerto local. En otra zona del sur, en Arequipa, unos 100 simpatizantes del Movimiento Etnocacerista de Humala marcharon en la plaza principal en apoyo a los rebeldes de Andahuaylas.
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