Moneo finaliza la primera fase del Centro Aragonés de Arte Contemporáneo

Rafael Moneo entrega su última obra de arte. Es el Centro Aragonés de Arte Contemporáneo de Huesca, que ya ha visto concluida su primera fase, un hermoso edificio para el que Moneo diseñará el mobiliario y que estará abierto a mediados del próximo año. Es un edificio con luz cenital inspirado en las montañas más cercanas a la ciudad: Los Mallos de Riglos.

Moneo ha firmado la cesión y ha alabado una ciudad que, ha dicho, todavía funciona a la medida del hombre y para la que ha deseado "un crecimiento pausado". Casi diez años ha tardado el museo en hacerse realidad, pero los 4,2 millones de euros que ha costado merecen la pena.

Todo arrancó en 1995, año en el que el pintor José Beulas decidió ceder su colección de arte. Aunque restan por ejecutar los trabajos de urbanización exterior y los accesos, todo estará listo para que a mediados de 2005 entre en funcionamiento.

Luego queda la segunda fase: el Centro Experimental de Arte Contemporáneo de Aragón, tal y como ayer lo definió Moneo. Allí podrán verse obras de artistas aragoneses y se hará investigación. De hecho, Beulas ya pidió que ese nuevo espacio sea la sede de la Facultad de Bellas Artes de Aragón, que Huesca reivindica.

Ayer, el alcalde de la ciudad -no asistió ningún representante del Gobierno de Aragón implicado en la puesta en marcha del museo-, Fernando Elboj, mostraba su satisfacción por recibir la obra con la que la ciudad sueña, entre otras razones para aprovechar el tirón de 2008 cuando Zaragoza acoja la Exposición Internacional.

"Aragón es un hermoso territorio, sus montañas atraen a mucha gente y con motivo de la Expo muchos de los que lleguen a Zaragoza se acercarán a Huesca", dijo Moneo.