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CUMBRE HISPANO-FRANCESA

España y Francia se unen para combatir el terrorismo internacional y las mafias

Chirac y Zapatero comparten la política hacia Cuba y transmiten su apoyo a Kofi Annan

La ayuda de Francia ha tenido "gran trascendencia" en los éxitos policiales de los últimos meses, que han producido "una merma notable" de la capacidad operativa de ETA, según comentó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la cooperación policial hispano-francesa no parece tener límites, ya que Zapatero y el presidente de Francia, Jacques Chirac, anunciaron ayer, tras la cumbre realizada en Zaragoza, que la van a intensificar y extender a la lucha contra el terrorismo internacional y las grandes mafias del tráfico de drogas, armas o personas.

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Los dos países ya previeron proyectos similares, que hasta ahora no se han concretado, el pasado septiembre en Barcelona, cuando se creó el primer equipo de investigación conjunta franco-español, destinado a perseguir a los autores y cómplices de los atentados contra objetivos turísticos perpetrados por ETA en junio de 2003. Los nuevos equipos tendrán propósitos igual de específicos, pues así lo exige la normativa europea que ampara este modelo de cooperación, por el que los agentes de un país pueden trabajar en otro con las mismas prerrogativas y obligaciones que la policía local.

El recuerdo de este logro, el más importante que España y Francia han desarrollado en los últimos tiempos, resultaba obligado para la XVII Cumbre entre Francia y España reunida ayer en Zaragoza, con la participación de cinco ministros de cada uno de los dos países, dada la proliferación de atentados de ETA en torno a la celebración del 26º aniversario de la Constitución.

"ETA está mucho más débil, pero tiene capacidad para hacer daño", diagnosticó Zapatero en la rueda de prensa conjunta con Chirac. El presidente advirtió de que los últimos ataques no han cambiado un ápice su convicción de que ETA "sólo tiene un destino: su derrota por la democracia". Y añadió que eso es también lo único que pueden esperar quienes la apoyan "guardando silencio o mirando hacia otro lado". En una alusión aún más concreta al futuro de Batasuna, Zapatero reiteró que "para estar en el juego democrático y en las instituciones, hay que condenar la violencia".

Chirac, por su parte, constató que la cooperación policial y judicial entre Francia y España "es excelente", y aseguró que "será proseguida e intensificada". Su ministro del Interior, Dominique de Villepin, glosó el mismo tema de esta manera: "Nuestra determinación es total".

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Zapatero había declarado de entrada: "Quiero expresar en nombre del pueblo español el profundo agradecimiento que España tiene hacia Francia por su cooperación en la lucha contra ETA. La tarea de derrotar y exigir responsabilidades a quienes están en el mundo de la violencia no sería posible sin Francia".

Además de abordar la cooperación antiterrorista, los dos líderes pasaron revista a la política internacional, un terreno en el que constataron numerosas coincidencias, en particular en dos temas que reflejan puntos de vista igualmente divergentes frente a las orientaciones de Washington: la situación del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y la política hacia Cuba. Zapatero y Chirac transmitieron su apoyo por teléfono a Annan, quien dijo en su momento que EE UU no tenía cobertura de la ONU para invadir Irak y ahora está siendo acusado de participar en una oscura trama de corruptelas.

El presidente francés defendió la iniciativa española de que la Unión Europea suspenda su política de invitar a disidentes cubanos a las fiestas nacionales en las embajadas de La Habana, duramente criticada por el subsecretario de Estado norteamericano para Latinoamérica, Roger Noriega. "No considero que la verdad emane por boca de un funcionario del Departamento de Estado. He apoyado la política española y he constatado que ha tenido efectos positivos", dijo Chirac.

Zapatero invocó las declaraciones del disidente liberado Raúl Rivero sobre los efectos positivos de su política, y se defendió así de las críticas: "Mi Gobierno no quiere que los resultados positivos sean mérito de alguien en concreto, sino de todos los demócratas. Pero lo que no puede ser es que esos resultados se presenten como el demérito de alguno de esos demócratas".

Chirac y Zapatero señalaron que el consenso "se extiende al 90% de las relaciones" entre sus gobiernos. El principal disenso sigue relacionado con la financiación de la UE y la reducción sólo gradual de las ayudas que percibe España.

Zapatero confirmó que Chirac, el canciller alemán, Gerhard Schröder y él intervendrán el 11 de febrero en un acto en Barcelona en apoyo al en el referéndum español sobre la Constitución europea.

Jacques Chirac y José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia ante los medios informativos tras la cumbre realizada en Zaragoza.
Jacques Chirac y José Luis Rodríguez Zapatero, en su comparecencia ante los medios informativos tras la cumbre realizada en Zaragoza.ASSOCIATED PRESS

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