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Dos de cada tres estaciones de metro no están adaptadas para disminuidos físicos

El 66% de las estaciones del metro barcelonés siguen sin estar habilitadas para los discapacitados físicos, cuando apenas faltan dos años para el 31 de diciembre de 2006, fecha que la Ley de Promoción de la Accesibilidad marcó como límite para todo el transporte público. De las 127 estaciones, 40 ya están adaptadas (32,2%), en 14 se están efectuando las obras pertinentes, a 45 se les ha aprobado el proyecto para que sean adaptadas, en 6 el proyecto ya está en fase de redacción, y 22 aún esperan el proyecto. "Tenemos por delante uno o dos años con muchas obras", vaticinó ayer Ricard Gomà, concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona y presidente del Instituto Municipal de Personas con Disminución.

La línea 2 y el tramo más reciente de la 4 (las más nuevas) concentran la mayoría de paradas adaptadas. La línea 9, cuya entrada en funcionamiento se prevé en 2007, también se ha diseñado teniendo en cuenta las necesidades de los discapacitados. En todas ellas, el acceso al tren se realiza desde cualquier punto del andén, dado que la distancia con el tren lo hace posible. Las reformas se concentrarán en las líneas 1, 3 y 5, las más viejas. En éstas, según la Dirección General de Puertos y Transportes (DGPT) de la Generalitat, que posee las competencias sobre las infraestructuras, se extenderá la solución de Sants-Estació: una pequeña rampa en un extremo del andén por el que se accede al primer vagón, que es el adaptado para discapacitados.

El mayor problema, hasta ahora irresoluble, radica en las estaciones en curva, con separaciones desiguales entre el andén y los trenes. Ni la DGPT ni el Ayuntamiento han dado aún con el remedio, aunque se han encargado informes. Ni siquiera se descarta la reforma integral de su trazado, por costosa que sea. Para que esas estaciones puedan ser utilizadas por los minusválidos, deberán disponer de al menos un ascensor en alguna de sus bocas de acceso que comuniquen la calle con el andén.

El trabajo está más adelantado en los autobuses. El 70% (709) de los 1.010 vehículos que circulan ya está adaptado, y el porcentaje subirá hasta el 85% en breve. El Ayuntamiento también tendrá que eliminar los obstáculos físicos (árboles, farolas, bordillos demasiado altos...) que hacen inaccesible una de cada cinco paradas. El Ayuntamiento anunció ayer la ampliación del servicio "puerta a puerta", destinado a los minusválidos empadronados en Barcelona que no puedan cubrir su itinerario en transporte público. La flota de autobuses crece de 13 a 19, además de los actuales 25 taxis. El precio por trayecto es el de un billete de autobús. El servicio, hasta ahora circunscrito a Barcelona, se extenderá a las ciudades del primer cinturón: Santa Coloma, Sant Adrià, L'Hospitalet, Badalona y Esplugues.

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