Los alumnos podrán acceder a los máster sin necesidad de tener el título de grado

El Gobierno ha optado por escuchar a la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y ha decidido que sean éstas, con sus comunidades autónomas, las que diseñen los programas de posgrado (tanto los nuevos títulos oficiales de máster como de doctorado) para favorecer la inserción laboral de los titulados. Los alumnos podrán pasar a un máster sin tener el título de grado, lo que permitirá mantener la actual estructura de las ingenierías.

Antes de marzo, el ministerio establecerá los criterios básicos de calidad para los cursos, a fin de que la Agencia Nacional de Evaluación y Calidad (Aneca) pueda acreditar su validez a nivel nacional. Entre las medidas contempladas en el decreto remitido el jueves al Consejo de Estado figura la concesión a una de las principales reinvindicaciones de las ingenierías (sobre todo, aquellas que están desdobladas en escuelas técnicas y en escuelas superiores) que temían perder cualificación con la implantación de los nuevos planes de estudio adaptados al Espacio Europeo de Enseñanza Superior. El modelo, que se definió con claridad en la cumbre de septiembre de 2003 en Berlín, persigue reducir el número de títulos oficiales de grado comunes que se estudiarán en 2010, y abrir el abanico de las especialidades en los siguientes niveles de posgrado: tanto en segundo ciclo (que culmina con la obtención del título oficial de máster), como en el tercer ciclo (orientado a aquellos que quieran obtener la máxima cualificación, la de doctor).

De modo que, a partir de esas directrices, el Gobierno se ha inclinado por abrir un acceso para los estudiantes que quieran pasar a un máster sin haber terminado sus estudios de grado. El texto remitido al Consejo de Estado recoge en su artículo 3 que: "De manera excepcional, las universidades, mediante resolución rectoral, podrán admitir a aquellos estudiantes que, sin estar en posesión del correspondiente título, acrediten haber superado al menos 180 créditos correspondientes a las enseñanzas de primer ciclo", con la única condición de que "estos créditos correspondan a los contenidos formativos comunes del correspondiente título de grado" o llamadas materias troncales. Un alumno, por tanto, podrá cursar esta solicitud tanto en su universidad de origen como en cualquier otra, precisó el jueves Javier García-Velasco, responsable de Coordinación Universitaria del Ministerio de Educación, durante la presentación del decreto en la Politécnica de Valencia.

Resuelta la petición de los ingenieros, el decreto persigue una doble función: fomentar "la movilidad del estudiante en su etapa de especialización" y "la inserción laboral de los profesionales cualificados al entorno productivo".

Por eso, el ministerio ha apurado "la autonomía universitaria al máximo límite permitido" para que el diseño y la elaboración de todos los programas de posgrado lo lleven a cabo las universidades y sus comunidades autonómas, atendiendo a las necesidades productivas de cada región con la finalidad de cumplir con el objetivo declarado de la "empleabilidad" de profesionales a las empresas. La Aneca sólo fijará criterios "claros y objetivos" de evaluación y acreditación para que los títulos sean homologables en todo el Estado. Pero no sancionará. Es decir, obligará a cumplir unas pautas de calidad. Estos criterios, según adelantó García-Verdugo, estarán listos en el primer trimestre de 2005 para que las universidades puedan presentar sus programas en la convocatoria de abril.

El Consejo de Coordinación Universitaria, que también deberá emitir un informe de cada propuesta, se limitará a coordinar el proceso y a velar por su transparencia. "No habrá, por tanto, catálogo oficial de títulos de posgrado", precisó García-Velasco.