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EL FUTURO DE LA UE

Zapatero quiere que España se sitúe en la vanguardia de la construcción europea

El presidente anuncia una reforma de la Constitución española para incluir el texto europeo

José Luis Rodríguez Zapatero afirmó ayer en Roma que España debía situarse "en la vanguardia de la construcción europea" y dar al resto del continente "un claro mensaje de europeísmo" con un rotundo en el referéndum del 20 de febrero. El presidente del Gobierno anunció la apertura de un amplio debate sobre la Carta Magna de la UE, y una reforma de la Constitución española para adecuarla al nuevo texto europeo. Zapatero compareció ante la prensa antes de dirigirse al Campidoglio romano, donde se celebró la firma del tratado, y se mostró optimista sobre el resultado del referéndum.

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La consulta española, la primera en el continente, debía dar, según Zapatero, un impulso al proceso de ratificación en toda la Unión. "Nuestro voto tendrá una dimensión continental e influirá en las opiniones públicas de los otros 24 países", dijo. "Europa nos mira; vamos a ser referencia y ejemplo y estoy convencido de que vamos a enviar un claro mensaje de europeísmo situándonos en la vanguardia de la construcción europea".

El Gobierno británico aprovechó la histórica jornada para anunciar que celebraría su referéndum, de resultado mucho más incierto, en principio, que el español, a principios de 2006. El Gobierno italiano, por su parte, celebró ayer un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar la ley de ratificación y enviarla al Parlamento, con la idea de que se aprobara antes de fin de año. En Italia no se consultará a los ciudadanos.

El proceso de ratificación durará dos años y se desconoce, por la calculada ambigüedad con que se ha trazado la ruta, qué ocurriría si algún país, especialmente uno de los de mayor peso político, dijera no. Zapatero prefirió mantener el tono positivo. "No es lo mejor ahora", subrayó, "hacer elucubraciones sobre lo que podría suceder si algún país no ratificara".

Las de Zapatero fueron unas declaraciones de tono institucional con las que abrió, en la práctica, la campaña gubernamental a favor del . Prometió que patrocinaría un "debate intenso y bien orientado sobre la significación histórica" de la Constitución Europea. El presidente del Gobierno expresó su confianza en que el PP se sumara a la campaña a favor de la Constitución, ya que el primer partido de la oposición se había pronunciado varias veces en ese sentido, e indicó que se reuniría próximamente con Mariano Rajoy para pedirle una cooperación activa. Agregó que también las fuerzas nacionalistas, inicialmente reticentes, empezaban a adoptar posiciones cercanas al .

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"Hacer pronto los deberes"

"Queremos hacer pronto los deberes", declaró, porque España, "que no participó en el Tratado de Roma de 1957 por carecer de libertades y llegó tarde a la construcción europea, tiene ahora la ocasión de demostrar que está, inequívoca y mayoritariamente, con Europa". Le preguntaron a Zapatero sobre la actitud que, en su opinión, adoptaría la Iglesia católica española ante el referéndum, dada la ausencia de referencias a las "raíces cristianas" del continente y, sobre todo, al enfrentamiento con el Gobierno por medidas como la legalización del matrimonio homosexual. Zapatero recordó que la Iglesia siempre se había mostrado "profundamente europeísta". También se mostró favorable a modificar la Constitución española para incluir la europea, una iniciativa ya recogida en el programa electoral del PSOE. El presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, advirtió sobre la necesidad de adecuar el texto español, que expresa su supremacía sobre cualquier otra normativa, al europeo, que afirma igualmente que prima "sobre el Derecho de los Estados miembros". El Consejo de Estado dictaminó que correspondía al Tribunal Constitucional estudiar las posibles contradicciones entre las dos leyes. Zapatero dijo que el Gobierno decidiría "en su momento" sobre la posible consulta al Constitucional.

José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos firman la Constitución europea en el Campidoglio.
José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos firman la Constitución europea en el Campidoglio.REUTERS

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