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Putin anuncia recortes a la democracia y al federalismo para combatir a los terroristas

El presidente ruso pretende eliminar la elección directa de los dirigentes regionales

Pilar Bonet

El líder ruso, Vladímir Putin, anunció ayer restricciones a la democracia y al federalismo como medidas con las que pretende luchar contra el terrorismo y evitar la desintegración de Rusia. La decisión de más envergadura, que puede plantear problemas de constitucionalidad, consiste en eliminar las elecciones directas de los dirigentes regionales. Asimismo, Putin planea introducir un nuevo sistema de representación parlamentaria que acabará con la figura del diputado independiente en nombre de un sistema de partidos políticos diseñado a la medida del Kremlin.

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Las iniciativas presidenciales, que deberán ser formalizadas como leyes en el futuro próximo, se preparaban en parte desde hace tiempo en los despachos de la Administración presidencial y la Comisión Electoral Central. Tras los comicios parlamentarios del pasado diciembre y los presidenciales de marzo, estas instituciones trabajaban en una reforma del sistema político legado por Borís Yeltsin, que tiene carácter federalista y un sistema de representación parlamentaria mixto, por partidos y por distritos nominales. Las restricciones al federalismo en Rusia comenzaron tras la llegada de Putin al poder con la reforma de la Cámara alta, que quedó convertida en un club de designados a dedo.

Putin presentó las medidas anunciadas ayer como elementos de una estrategia de lucha contra el terrorismo y el reforzamiento del Estado en una sesión extraordinaria del Gobierno a la que asistían también los gobernadores provinciales. La "unidad del Estado", el "fortalecimiento de las estructuras estatales y la confianza en las autoridades", así como la "creación de un sistema efectivo de seguridad interna" fueron los fines a los que se subordinó el líder ruso. Putin dijo que tras la tragedia de Beslán no basta con "adaptar" el Ejecutivo a una situación de crisis, sino que éste debe ser "transformado de forma radical" para "reforzar la unidad estatal" y "no permitir el surgimiento de crisis".

El presidente reiteró un tema que repite obsesivamente a todos sus interlocutores, a saber, que el terrorismo aspira a "desintegrar a Rusia". La "lucha contra el terrorismo", al tener carácter estatal, "exige la movilización de todos los recursos" y "es evidente que debe asegurarse en primer lugar y de forma incondicional la unidad de acción de toda la vertical de poder".

Putin propuso que los dirigentes de los territorios rusos sean propuestos por el jefe del Estado y elegidos por los parlamentos regionales. En Rusia hay actualmente 89 unidades administrativas, entre provincias y repúblicas, que se reducirán a 88 en el 2007, tras la reciente fusión, tutelada por el Kremlin, de dos de ellas. Para mejor controlar su territorio, Putin dividió la Federación Rusa (el país mayor del mundo) en siete distritos al frente de los cuales hay un representante presidencial. Cinco de estos siete supergobernadores son militares o han tenido relación con los servicios de seguridad.

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Hombre de confianza

El jueves pasado, el ex jefe del Estado Mayor, Anatoli Kvashnín, fue nombrado al frente del Distrito Federal de Siberia y ayer el presidente sustituyó a su representante en la región del Cáucaso, el ex gobernador de San Petersburgo, Vladímir Yákovlev. En su lugar, nombró a su hombre de confianza, Dmitri Kózak, jurista de San Petersburgo, muy erudito y académico, pero poco fogueado en las realidades variopintas de Rusia.

El proyecto de ley sobre los dirigentes regionales será presentado al Parlamento antes de fin de año y, según Putin, puede ponerse en marcha en el marco de la actual Constitución. El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, y el presidente de Tatarstán, Mintimer Shaimíev, apoyaron ayer la iniciativa. Sin embargo, desde el ámbito liberal se alzaron ayer voces preocupadas, como la del diputado independiente Vladímir Rizhkov y la de Borís Nemtsov, ex vicejefe de Gobierno en época de Yeltsin.

Aunque la Constitución rusa, que data de 1993, no dice nada sobre la forma de elegir a los gobernadores, sí garantiza a los ciudadanos el derecho a promover su candidatura a cualquier cargo electo, señaló Rizhkov, según el cual existe un dictamen del Constitucional en el que se especifica que los dirigentes regionales deben ser elegidos por sufragio universal. Nemtsov, por su parte, dijo que las medidas previstas por Putin transformarán a Rusia en un Estado unitario y propiciarán el aumento de la corrupción en los altos estamentos.

La idea de que Rusia está amenazada y puede desintegrarse Putin la repitió varias veces la semana pasada en el encuentro con comentaristas extranjeros. Entonces, advirtió que el desarrollo de las instituciones democráticas en Rusia "no debe llevar a procesos destructivos y a la desintegración del Estado" e invitó a sus interlocutores a reflexionar sobre las consecuencias negativas que la desintegración de Rusia tendría para todo el mundo.

Una cliente y un vendedor siguen por televisión la intervención del presidente Putin en Moscú.
Una cliente y un vendedor siguen por televisión la intervención del presidente Putin en Moscú.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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