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Francia autoriza a las embarazadas a abortar en casa con la píldora

El fármaco RU 486 sólo se administra ahora en los hospitales

Las mujeres que deseen abortar en Francia mediante la píldora abortiva (RU 486) podrán hacerlo fuera de los hospitales durante las cinco primeras semanas del embarazo, según la norma firmada ayer por el ministro de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, que permitirá poner en marcha un principio legal aprobado, teóricamente, desde hace tres años. En España, la píldora se administra en los hospitales.

Se estima en unas 50.000 mujeres las que podrían recurrir a este procedimiento, un dato a tener en cuenta en un país donde se practican cada año alrededor de 220.000 interrupciones del embarazo.

Hasta ahora, la práctica del aborto por medio de píldoras sólo era posible en el hospital o en la clínica, únicos centros autorizados a entregar los medicamentos. La paciente era hospitalizada el día de la toma del segundo comprimido, que desencadena el aborto.

Lo que cambia es la autorización para efectuar esa intervención fuera del hospital. Las condiciones de aplicación de la medida son las siguientes:

- Plazo. Para realizar el aborto fuera del hospital, la mujer no debe haber terminado la quinta semana del embarazo (siete semanas tras la falta).

- Control médico. Las mujeres podrán dirigirse directamente a su médico (ginecólogo o generalista con experiencia probada en abortos hospitalarios). El médico es el único autorizado a entregar los medicamentos necesarios para la interrupción del embarazo, fuera de los hospitales.

- Procedimiento. En la primera consulta, el médico informa a la paciente de las diferentes técnicas posibles. Ha de haber una segunda consulta para firmar el permiso de practicar el aborto. A la tercera, la mujer deberá efectuar la primera toma, en presencia del médico: un comprimido de la píldora RU 486. Dos días más tarde (cuarta consulta) tomará dos compromidos de Gymiso (un tratamiento hormonal), volverá a casa y allí aguardará la expulsión del feto, que se producirá en un plazo de unas horas, hasta un máximo de tres días después de la segunda toma. La quinta y última consulta médica obligatoria servirá como verificación de que todo es correcto.

- Complicaciones. El médico que practique el aborto en estas condiciones ha de disponer de un convenio con un hospital, donde puedan ser atendidas las pacientes en caso de que aparezcan complicaciones.

- Financiación. La tarifa del aborto se fija en 191,74 euros, el 70% a cargo de la sanidad pública. En Francia hay libertad de elección de médico y de hospital, por lo que a la paciente le será reembolsado el porcentaje cualquiera que sea el médico que elija.

Unas 50.000 mujeres por año, "como mínimo", podrán recurrir al aborto con medicamentos fuera de los hospitales, según estimaciones de André Ullmann, director del laboratorio que desarrolla y comercializa el Gymiso, publicadas ayer por Le Monde.

La autorización del aborto extrahospitalario contribuirá a desatascar los hospitales, donde los plazos de espera a veces son largos.

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