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España asume que será contribuyente neto en la UE y dejará de ser el más beneficiado

La Comisión Europea propone que se generalice el sistema de 'cheque británico'

Carlos Yárnoz

España tiene "muchas posibilidades" de pasar en una década de ser el país más beneficiado en el balance presupuestario de la UE a convertirse en contribuyente neto, según cálculos realizados por el Gobierno español a partir de las propuestas sobre las próximas perspectivas financieras (2007-2013) que ha presentado la Comisión y que ayer concretó con varios reglamentos. Bruselas propuso ayer, como ya había adelantado, que el sistema de cheque británico se generalice, de forma que se le devuelva dinero a todo país cuyas aportaciones netas a la Unión superen el 0,35% de su PIB.

Hoy, el saldo entre lo que España aporta y recibe de las arcas comunitarias supone más de 7.000 millones de euros al año a favor de Madrid (algo menos del 1% del PIB), lo que le convierte en el país más favorecido en términos absolutos. Los cálculos "más realistas" del Gobierno español señalan que, en 2013, ese porcentaje bajará al 0,2%. Pero si España pierde entre 2007 y 2013 aún más fondos europeos que los previstos ahora (un 30%) y el país crece a mayor ritmo que ahora, Madrid se convertirá en contribuyente neto porque aportará más de lo que reciba.

Ese efecto se producirá también porque acaban de incorporarse países menos desarrollados que España a los que se destinarán buena parte de las ayudas europeas. De las once regiones españolas consideradas objetivo 1 (con menos del 75% de la renta media europea por habitante), dejarán de serlo por superar ese porcentaje Valencia, Canarias, Castilla y León y, quizás, Castilla-La Mancha. Por efecto estadístico, es decir, por haberse incorporado regiones más pobres, también superarán ese porcentaje Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla.

Para evitar una fuerte y repentina pérdida de fondos, la Comisión propuso ayer, ya oficialmente, que este segundo grupo de regiones se beneficie de un periodo transitorio, de forma que perderán paulatinamente fondos, pero en el periodo 2007-2013 recibirán el 66% de lo que hubieran percibido si hubieran seguido siendo objetivo 1. El primer año recibirán el 85% de lo que les hubiera correspondido como objetivo 1, y el porcentaje se rebajará cinco puntos cada año hasta 2013. En el primer grupo de países, también habrá un periodo transitorio y percibirán el 35% de lo que les hubiera correspondido de seguir siendo objetivo 1.

El comisario español de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, opina que España ya no debe centrarse tanto en lograr ese tipo de ayudas, sin renunciar a ellas, sino más bien en conseguir otras ligadas a programas de investigación, competitividad o redes transeuropeas, es decir, allí donde se cree más empleo y crecimiento. "El momento histórico es ya otro; estamos en otra fase", señaló, en referencia a que España es ya un país desarrollado, sobre todo en comparación con otros recién llegados a la Unión.

Las propuestas de Bruselas no incluyen ninguna solución para que España evite también la pérdida automática del Fondo de Cohesión porque su renta media nacional superará ya el 90% de la media europea. En las actuales perspectivas financieras (2000-2006), ese fondo supone 11.600 millones para España (el 60% del total de los fondos). Madrid quiere alguna compensación, pero el Tratado de la UE no contempla nada al respecto.

Aún así, los países ricos de la Unión (Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Suecia y Austria) exigen que no se dé tantas ventajas a España y que las ayudas se concentren en los países recién incorporados al club europeo. Así intentan que los presupuestos de la Unión se reduzcan al 1% del PIB de la Unión, y no al 1,24% que prevé la Comisión. "Es un mínimo imprescindible, y también el máximo posible", opina Almunia.

La novedad de las propuestas de ayer consiste en el futuro del cheque británico. Como estaba previsto, Bruselas propone una generalización del sistema, de forma que, además del Reino Unido, puedan beneficiarse de una fórmula similar Alemania, Holanda, Austria y Suecia, es decir, aquellos países cuyo saldo neto sea superior al 0,35% de sus PIB. El 66% de las cantidades que superen ese porcentaje les será devuelto a los países, aunque el máximo a devolver será de 7.500 millones al año. Pero la novedad reside en que Bruselas propuso ayer que Reino Unido se beneficie también de un periodo transitorio para que se vaya reduciendo el dinero de su cheque anual y otro periodo transitorio para los países que se vayan incorporando al sistema.

En los últimos años, Reino Unido, que se beneficia de ese sistema desde 1984, ha recibido cerca de 5.000 millones al año, de los que España aporta una media de 729 millones. De mantener las reglas, recibiría una media de 6.982 millones entre 2007 y 2013, de los que España aportaría 935 (ver gráfico). Con las nuevas reglas, Londres percibirá una media de 3.226 millones, de los que España aportará 530.

Los comisarios británicos, Chris Patten y Neil Kinnock, y la española Loyola de Palacio, expresaron sus reservas. Los primeros, porque quieren que se mantenga el cheque británico. De Palacio, porque exige un periodo transitorio para el Fondo de Cohesión. La Comisión, de otro lado, apunta la posibilidad de crear en el futuro un impuesto europeo que estaría ligado al de sociedades, al IVA, a la fiscalidad energética o a los tres a la vez.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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