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Aumentan los secuestros de iraquíes colaboracionistas

Ángeles Espinosa

La noticia del secuestro de dos ciudadanos búlgaros y un traductor iraquí el jueves se vio agravada ayer por las informaciones publicadas en la prensa local sobre el asesinato y mutilación de otros cuatro hombres acusados de colaboración. Su pecado: dar servicios a las fuerzas extranjeras que los insurgentes tachan de ocupantes. Los secuestradores de los búlgaros amenazan con matarles si el Ejército de Estados Unidos no libera a todos los presos iraquíes en su poder, unos 4.000.

Las exigencias de Yamaat al Tauhid ual Yihad (Monoteísmo y Guerra Santa), un grupo asociado con el terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui, se conocieron a través de la cadena de televisión Al Yazira. Un vídeo difundido por esa emisora muestra a dos hombres esposados y en cuclillas que, según el enmascarado que les acompaña, son trabajadores búlgaros a los que amenaza con matar si no se cumple su reclamación.

En contra de la ley humanitaria internacional, Estados Unidos sigue manteniendo prisioneros "por razones de seguridad" a entre 4.000 y 5.000 iraquíes detenidos durante el periodo de ocupación. Aunque los detenidos no fueron calificados de prisioneros de guerra, resulta irregular su detención una vez que Washington ha transferido la soberanía al Gobierno iraquí y no ha presentado acusaciones contra ellos.

No sólo extranjeros

Omar Abdel Yabbar, un iraquí que trabaja como traductor de las fuerzas estadounidenses, fue secuestrado en Ramadi el jueves por la noche. Un vecino vio cómo cuatro enmascarados le obligaban a subir a un coche a punta de pistola, justo delante de la puerta de su casa. Las acusaciones de colaboracionismo se extienden incluso a los camareros que atienden las cantinas militares. El periódico Al Bayán informaba ayer del asesinato de tres camareros que trabajaban en la base estadounidense de Faluya. Según el diario, los tres hombres decidieron abandonar sus puestos tras haber recibido una advertencia, lo que no impidió que fueran interceptados al dejar la base. Una patrulla policial encontró sus cuerpos amputados y los entregó en el depósito de cadáveres.

En Mosul, el propietario de la lavandería de una base militar corrió una suerte similar. Su cuerpo fue hallado el miércoles con las manos amputadas y sin un ojo. El hombre estaba secuestrado desde el pasado 29 de junio y su familia había pagado un rescate de 20.000 dólares.

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[El primer ministro iraquí, Ayad Alaui, anunció que no acudirá a la reunión de ministros de Exteriores de la UE del próximo lunes dada la situación en su país, según informó ayer EFE. Por otro lado, la caída de un obús ayer en el centro de Bagdad mató a un niño de seis años y dejó heridas a otras tres personas.]

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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