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Alemania pide al BCE que tenga en cuenta la nueva caída de la confianza empresarial en sus decisiones

Alemania aún está lejos de afianzar su reactivación económica, según dejó claro ayer la segunda caída consecutiva del índice de confianza empresarial Ifo, que de 96 puntos en mayo pasó a 94,6 en junio. La noticia cogió por sorpresa a los mercados, cuyos analistas habían previsto una mejoría.

Nada más conocerse este mal dato, el ministro alemán de Economía, Hans Eichel, lanzó un mensaje al Banco Central Europeo para que "preste la máxima atención a estos datos en la política monetaria", en una muestra más de que no es partidario de una subida de tipos de interés que podría retrasar el crecimiento económico. Por su parte, el índice DAX de la Bolsa de Franfort cedió medio punto tras conocerse la noticia, pero en el transcurso de la jornada volvió a remontar.

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En el comunicado que acompaña la publicación del instituto Ifo, su presidente, Hans-Werner Sinn, subrayó que la encuesta mensual entre 7.000 empresarios demuestra que la recuperación económica sigue sin consolidarse, pese a que las exportaciones se están beneficiando de la generalizada reactivación internacional y también que la producción industrial ha vuelto a prender motores. El problema, sin embargo, sigue siendo el alto nivel de paro y la débil demanda interna. Entre los cuatro sectores económicos analizados, el más pesimista resultó ser el del comercio mayorista y minorista.

Hace apenas unos días, el mismo Ifo, junto a otros institutos y varios bancos, había revisado al alza, del 1,5% al 1,7%, su previsión de crecimiento para este año. Los nuevos datos ahora vuelven a imponer la cautela. "El empleo se está desvinculando cada vez más de la producción", alertó Sinn.

En parte ello se debe a que cada vez más las compañías, pese a contabilizar sus ventas en Alemania, producen en el extranjero. Precisamente ayer se conoció que la automovilística Opel ha decidido abrir una nueva línea de producción para fabricar su modelo Zafira en Gliwice, Polonia, y no en Rüsselsheim (Alemania), como se había pensado en un primer momento.

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