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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Gracias

El próximo 28 de junio, nuestro hijo debería cumplir 19 años. Y digo debería porque a esa edad cumplir años es casi una obligación. Sin embargo, no los cumplirá, porque el pasado día 15, después de más de siete años luchando contra una terrible enfermedad, la muerte le ha arrancado de nuestro lado. Durante estos años de batalla, hemos sufrido varias temporadas de hospitalización muy largas y realmente duras, que hubieran sido insoportables de no ser por todo lo que hemos recibido por parte del personal de servicio en el hospital.

Desde 1996 hasta hoy, cada vez que nuestro hijo ha ingresado en el Gregorio Marañón, tanto en el hospital infantil al principio, como en la actualidad en la planta de oncología, en la unidad de trasplantes y en la de cuidados intensivos, nos ha inundado continuamente la calidez de las personas que allí trabajan y, por supuesto, su profesionalidad. Acuden a nuestra mente muchos nombres, pero no es posible enumerarlos sin ser injustos con alguien. Cada celador, médico, auxiliar y enfermera ha sido nuestro hermano, nuestro amigo; cada decisión, cada cambio en la evolución de la enfermedad, cada gesto, cada palabra, se nos ha transmitido como si el que nos hablara lo hiciera para su hijo.

Estamos convencidos, a pesar del desenlace, de que habéis hecho lo imposible para salvar su vida: aunque no ha podido ser, podéis estar seguros de haber conseguido mitigar en gran medida nuestro sufrimiento a base de comprensión. Sólo quien ha soportado lo que nuestra familia ha vivido puede entender la profundidad de nuestro dolor. Sólo quien ha recibido el mismo calor que nosotros puede entender la magnitud de nuestro agradecimiento. Gracias por vuestra profesionalidad, por vuestra entrega, por la calidad de vuestro trato. Sois los mejores guerreros: no sólo lucháis sin tregua contra la enfermedad, también le sabéis plantar cara al desánimo, la soledad y la tristeza. Gracias.

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