La Audiencia tarda siete meses en sentenciar al 'comando Barcelona'

Lento, pero seguro. La Sección Segunda de la Audiencia Nacional -integrada por los magistrados Fernando García Nicolás, que actuaba de presidente y ponente, Jorge Campos y Rosa Arteaga- notificó finalmente ayer la sentencia por la que se condena a los integrantes y colaboradores del comando Barcelona de ETA a importantes penas de prisión.

El proceso de dictar resolución se inició nada más acabar las sesiones del juicio oral, el viernes 17 de octubre de 2003, y la sentencia fue notificada ayer viernes, siete meses y 11 días más tarde. Aunque ni siquiera todo el texto ha sido comunicado a las partes, puesto que todavía no se ha facilitado el voto particular que ha formulado uno de los magistrados, cuya identidad tampoco ha sido revelada.

Durante ese recorrido temporal, el fiscal Jesús Caballero reclamó por escrito en tres ocasiones que se dictara sentencia, puesto que, a su entender, el asunto no revestía otra complejidad que decidir si había pruebas suficientes para condenar a los procesados, puesto que el relato de hechos era muy claro.

La sentencia, acordada por dos votos contra uno, condena a los miembros liberados del comando Barcelona Iñaki Krutxaga, Lierni Armendariz y Fernando García Jodrá a 39 años de prisión para cada uno de los dos primeros y a 36 para el último, por pertenencia a ETA, estragos terroristas, depósito de explosivos y otros delitos. No obstante, los tres habían sido condenados ya por otros delitos a penas que exceden en mucho de 30 años, el máximo tiempo de cumplimiento de prisión previsto en la legislación penal española en el momento de los hechos.

Mucha más trascendencia tiene la condena de los colaboradores del grupo que ejercieron labores de infraestructura y apoyo. Así, Zigor Larredonda Muñoz, Diego Sánchez Burria y Laura Riera Valenciano de Mendiolaza han sido condenados a penas de nueve años de prisión y multa de 24 meses, con cuota diaria de 10 euros, por delito de colaboración con banda armada. También han sido condenados por el mismo delito, aunque con una pena de cinco años de prisión, Francesc Barcena Montsalvatge, Purificación Ródenas Martínez y Josep Tamboleo Fontseca.

Daniel Morell y Sergio Orge han sido absueltos.

Amigos de los etarras

La sentencia declara probado que Zigor Larredonda era amigo de Fernando García Jodrá y que cuando éste llegó a Barcelona con los otros miembros del comando, Larredonda le ayudó a captar como colaborador a Diego Sánchez Burria, con el que participó en numerosas reuniones del grupo. Posteriormente, Sánchez Burria propondría a Daniel Morell que alquilase al grupo uno de sus pisos ya que era propietario de todo un edificio.

Sánchez Burria se puso en contacto también con Laura Riera, vinculada al movimiento okupa, y que trabajaba de interina en el departamento de multas del Ayuntamiento de Tarrasa. Riera proporcionó datos sobre titulares de matrículas, a sabiendas de que iban a ser utilizados por miembros de ETA.