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Reportaje:

En compañía de la niña Europa

El colegio de educación especial Ruiz Jiménez visita Estrasburgo como premio a los autores del cuento 'Una casa para todos'

Conchita "que está sordita", Caracola sin cola, las tortuguitas cojitas o Pimpan "que ve un poco mal", son, junto a la niña Europa, algunos de los personajes del cuento Una casa para todos, el trabajo de los alumnos del Colegio Público de Educación Especial Ruiz Jiménez de Valencia que recibió el año pasado el premio Euroscola en la modalidad de educación especial. El objetivo de estos galardones, que convoca el Parlamento Europeo y cuyo premio es una visita al hemiciclo de Estrasburgo, es potenciar el conocimiento de la realidad comunitaria entre los escolares europeos y se dirige a alumnos entre 13 y 18 años -2º ciclo de ESO, Bachillerato y Formación Profesional de grado medio-. Pero en España, además del premio general, existe uno específico para discapacitados, que recayó en el colegio valenciano.

El trabajo premiado pretendía transmitir a los chavales la idea de Europa "de difícil comprensión para nuestros alumnos" como comentan en el propio trabajo premiado los profesores que ayudaron a los chavales de entre 16 y 20 años, todos ellos con diferentes tipos de discapacidades psíquicas, asociadas, en la mayoría de los casos a otros problemas visuales, auditivos o motores. Para lograr este objetivo, idearon una narración en la que sus protagonistas son mariposas que necesitan colores para ser felices, tortugas con una especie de ruedas en lugar de patas traseras que emplean rampas coloristas o Conchita, un simpático molusco que habla con las manos. Todos ellos surgieron de la idea de retratarse a ellos mismos e incluyeron a la niña Europa, "que puede ser su amiga, que es como ellos", señalan los coordinadores del trabajo. "Una vez seleccionados los protagonistas, hablamos sobre aquellas cosas que nos hacen la vida más grata y que permiten aceptarnos y aceptar a los demás", relatan. "Las respuestas fueron claras, sencillas y disparatadas: la caracola sin cola o las tortugas cojas, es decir, todos tenemos limitaciones, somos distintos e incompletos". A partir de ahí introdujeron la idea de Europa como un lugar de encuentro y acogida para todas las personas: "y que nuestra casa sea una casa para todos, también de los discapacitados, para lo que es necesario que nos conozcan".

Marcos, Juan Carlos, Antonio, Ana, María José, Ana, Luis, Sergio y Cristian, fueron los alumnos que viajaron desde Valencia al corazón de Europa el 28 de abril para darse a conocer, acompañados por dos profesoras, un profesor y una médico. Allí se dieron cita con el medio millar de chavales europeos premiados, aunque sólo ellos en representación de los jóvenes discapacitados.

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