Reno: "La mano izquierda no sabía lo que hacía la derecha"

La afirmación de Janet Reno, responsable de Justicia con el presidente Clinton, fue una de las más explícitas a la hora de describir los males de los servicios de información de EE UU en los últimos años que desembocaron en la falta de preparación para lo que ocurrió el 11-S. En estas apasionantes y ejemplares comparecencias de responsables políticos ante la comisión que investiga los antecedentes del 11-S, Reno fue humilde -"no echo la culpa a nadie, yo era responsable", dijo, para añadir después que ella nunca se concentró en la amenaza de Al Qaeda- y terminante: "El FBI no sabía lo que tenía entre manos", debido a la falta de organización y al recorte de presupuestos, una queja que también expresó el ex director del FBI, Louis Freeh.

Pero, a diferencia de Freeh, Reno aseguró no conocer las dificultades legales que el FBI podría haber tenido para no compartir con la CIA -y viceversa- las informaciones sobre el movimiento de terroristas en EE UU que, de haberse cruzado y analizado correctamente, quizá podrían haber evitado el 11-S. El informe de la comisión que investiga el 11-S reveló ayer que el FBI tenía una cultura de resistencia a los cambios, además de escasez de recursos y complicaciones legales para actuar contra el terrorismo. Freeh no aceptó las críticas del informe y aseguró que "había un programa eficaz antiterrorista antes del 11-S, teniendo en cuenta nuestros recursos". Pero Reno le rectificó cuando declaró ayer haberle dicho, como su superiora política: "Si es necesario replantear programas, hagámoslo".

Reno, que fue tratada con gran deferencia por toda la comisión, dijo que nunca nadie le informó sobre la existencia de células durmientes de Al Qaeda en EE UU. En cuanto al futuro, la ex responsable de Justicia se mostró contraria a la creación de un organismo nacional de espionaje: "Sería lo peor que podríamos hacer", dijo, en la misma línea en la que había intervenido antes Louis Freeh.