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Hallada una tibia de iguanodonte por primera vez en territorio valenciano

El peso del dinosaurio de Cinctorres rondaría las cinco toneladas

María Fabra

Un hueso de algo más de un metro de longitud ha marcado un importante hallazgo en la localidad castellonense de Cinctorres, al tratarse de la única tibia de iguanodonte localizada hasta el momento en la Comunidad Valenciana. Éste fue un dinosaurio herbívoro que habitó la comarca de Els Ports y del que ya se habían hallado restos en términos como el de Morella, aunque nunca hasta ahora se había descubierto una tibia.

De sus dimensiones, los paleontólogos han calculado que la medida de la pierna superaría los dos metros y el peso del animal rondaría los 5.000 kilos. El hallazgo fue realizado por un grupo de trabajo dirigido por el paleontólogo Andrés Santos, que ha contado con la participación de profesores de la Universidad de Valencia, la Universidad Jaume I de Castellón y del Instituto de Paleontología de Sabadell. Además de la tibia, las excavaciones realizadas han permitido el descubrimiento de hasta 171 piezas de cinco especies de vertebrados entre los que, además de dinosaurios, se han hallado restos de un cocodrilo y un pez. Sin embargo, científicamente, la pieza más importante puede ser una parte del cráneo de un iguanodonte, que podrían arrojar datos sobre la alimentación y modos de vida de estos animales.

"Si los fósiles y los primeros resultados obtenidos son sumamente interesantes aún lo son más las expectativas de futuro, ya que la certeza de que quedan fósiles por extraer nos hace pensar que puedan aparecer piezas especialmente determinantes", señaló ayer Santos.

La inquietud por el lugar en que han aparecido los restos comenzó en 1991, cuando un geólogo descubrió el yacimiento. La búsqueda no fue fructífera y en 1998 se paralizó la actividad hasta 2002, fecha en la que el concejal de Cultura de Cinctorres, José Manuel Gisbert, y el sacerdote mossén Serafí contactaron con un grupo de paleontólogos, que inició las excavaciones.

En cualquier caso, no todo ha sido positivo y digno de celebración para el equipo de excavación, que trabajó en Cinctorres entre mayo de 2002 y septiembre de 2002, fechas tras las que los restos fueron enviados, para su limpieza y restauración, a Sabadell. El pasado año, ante la certeza de que el yacimiento conservaba otras muestras de importancia, solicitaron a la Consejería de Cultura los correspondientes permisos para reiniciar el trabajo, autorización que fue denegada.

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