El obispo de Córdoba releva al cura que abusó sexualmente de seis niñas

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, relevó ayer al cura José Domingo Rey Godoy como responsable de la parroquia de El Salvador de Peñarroya (Córdoba). La decisión llega un día después de que Asenjo mostrara su "apoyo y cercanía" al sacerdote condenado a once años de prisión por abusos sexuales a seis niñas de la localidad, pena ratificada por la Audiencia Provincial de Córdoba. Aunque le releva de la parroquia de El Salvador, el Obispado no le retira la condición de sacerdote a Rey Godoy, que ayer ya no estaba en el pueblo y que permanecerá sin destino.

Según el Obispado, José Domingo Rey dejó de ejercer sus funciones el pasado lunes, aunque no precisó si fue voluntariamente o a petición de la Diócesis. Vecinos del municipio confirmaron ayer que la misa celebrada el martes en la parroquia no fue oficiada por el sacerdote condenado, párroco de El Salvador desde 1981.

El fiscal encargado de la apelación del párroco, Baldomero Casado, afirmó a Efe que "no hay ningún impedimento" para que se ejecute la sentencia que condena a once años de prisión al sacerdote y a indemnizar con 8.100 euros a las seis menores objeto de los abusos. Ante la sentencia condenatoria cabe un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional que estudia la defensa del cura.

La sentencia también condena al sacerdote a no acudir al municipio durante los tres años después de la extinción de la pena o desde la obtención de la libertad condicional. Según el fallo, el sacerdote realizó tocamientos en la zona vaginal de las seis menores entre junio de 2000 y octubre 2001. En el juicio, el cura negó que tocara conscientemente las partes íntimas de las niñas.

Según el fiscal, la sentencia emitida por el juzgado de lo penal número 1 de Córdoba, y ratificada por la Audiencia Provincial, es "firme". De este modo, se podría ordenar el ingreso en prisión del sacerdote "salvo que el tribunal Constitucional decida suspender su ejecución en el caso de que se presente un recurso de amparo", puntualizó Casado.

Baldomero Casado consideró que "no hay motivos" para que se presente tal recurso, ya que "el proceso se ha desarrollado dentro de todos los límites legales, de manera que no creo que se haya vulnerado ningún derecho fundamental del condenado".

El abogado defensor del sacerdote, Antonio de Torres, explicó ayer que a finales de esta semana se decidirá la tramitación o no del recurso de amparo. De Torres precisó que, de admitirse el recurso, "se puede lograr la suspensión cautelar" de la condena a instancias del Constitucional, aunque "también lo puede hacer el juzgado de lo penal por iniciativa propia". De Torres confió en que el juzgado de lo penal no decida solicitar la ejecución de la pena.

La decisión de apartar al sacerdote de la parroquia de El Salvador provocó un gran alivio entre los familiares de las menores que denunciaron al párroco. Florencio Calvo, padre de una de ellas, manifestó su gratitud hacia el Obispado "por haberse dado cuenta y dar marcha atrás en su apoyo" inicial al sacerdote.

No obstante, Calvo lamentó que el relevo no se hubiera producido antes para evitar "el revuelo" que se ha suscitado en el municipio. "Se ha generado más conflicto en el pueblo por haber permanecido aquí", dijo. El padre de la menor recordó que, antes de formular la denuncia, acudió al Obispado para dar cuenta de la situación y recibió la respuesta de que el caso "no era creíble y carecía de importancia".

Desde que se produjo la denuncia, la localidad se ha mostrado dividida. Peñarroya, de unos 5.000 habitantes, es uno de los dos distritos que forman el municipio Peñarroya-Pueblonuevo, que suman 13.000 habitantes. Antes del juicio, algunos feligreses recogieron más de 2.000 firmas de apoyo al párroco. Tras la sentencia, una decena de familias decidieron retirar a sus hijos de la catequesis y solicitaron en mayo pasado el relevo del párroco que ahora se produce. Los familiares de las menores explicaron ayer que son muchos los vecinos que manifestaban su apoyo aunque de forma anónima sin que luego se produjera una reacción popular. "En un pueblo, a la gente no le gusta señalarse", precisó una vecina.

En la tarde de ayer se produjo una concentración frente a la parroquia de El Salvador en la que unos 300 vecinos, según la Policía Local, mostraron su satisfacción por el relevo del sacerdote condenado.