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Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Esquí en invierno y ecoturismo en verano

HOTEL DEL CLOS, la estética de la madera frente a las pistas de esquí de Grand Valira, en Andorra

La gran novedad de la temporada invernal ha sido el vínculo entre las estaciones andorranas de Soldeu-El Tarter y Pas de la Casa-Grau Roig, mediante el cual se constituye el dominio esquiable de Grand Valira, el mayor de todos los Pirineos. Con las expectativas que generan sus 190 kilómetros de pistas, anticipa sus mejores días un hotel de mediana capacidad empeñado en parecer pequeño, atildado de antigüedad por su tipismo de piedra y madera, casi venerado en el Coprincipado por su alto índice de ocupación y sin otro inconveniente grave que el de su emplazamiento, al otro lado de la carretera de ascenso hacia Soldeu, a 1.710 metros de altitud. Nació con aires de encanto y, ahora, busca ampliar su tradicional clientela británica con la aportación de otros visitantes asiduos al esquí andorrano.

HOTEL DEL CLOS

Categoría oficial: tres estrellas. Dirección: Carretera General, s/n. El Tarter, Canillo (Andorra). Teléfono: 00376 85 15 00. Fax: 00376 85 15 54. Internet: www.grupnordic.ad. Instalaciones: garaje, salón de estar, salón con chimenea, bar, restaurante, guardaesquís. Habitaciones: 54 dobles; todas con baño, calefacción, teléfono, TV vía satélite, radio y secador de pelo. Servicios: no hay facilidades para discapacitados, no admite perros, alquiler de bicicletas, organización de actividades en invierno y verano. Precios: temporada alta, 128 euros + 7% IVA; temporada baja, 86 euros + 7% IVA; desayuno incluido; existen algunas ofertas muy económicas en paquetes de esquí (consultar en agencias). Tarjetas de crédito: Master Card, Visa.

Arquitectura ... 7

Decoración ... 6

Estado de conservación ... 6

Confortabilidad habitaciones ... 5

Aseos ... 6

Ambiente ... 7

Desayuno ... 2

Atención ... 7

Tranquilidad ... 5

Instalaciones ... 6

Con mayor o menor fortuna y autenticidad, la madera decora hasta el último rincón del hotel, lo que realza su acento hospitalario y disipa las suspicacias originadas por el ademán industrial del servicio. Desde el exterior, la construcción se ve cálida e intensa en primavera; abrigada y coqueta en invierno, cuando el penacho de humo de la chimenea avisa de que dentro hace calor de hogar. En el pequeño espacio compartido por el vestíbulo y la recepción, tanto el mostrador como las paredes se abrigan de madera en listones, con forma de arcos, unas veces pintada, y otras, labrada. Al fondo de la recepción, irradia mucha calidez un comedor ambientado con adornos de cristal e iluminado como un árbol de Navidad, ciertamente elegante.

Vacaciones familiares

Algo menos mimada, la decoración de las estancias relega el paisaje de la madera a una condición puramente testimonial, apenas para justificar el parqué seriado del suelo, la pulcritud del mobiliario y la personalidad de los cabeceros. Están pensadas, claro que sí, para resistir unas vacaciones familiares con niños o el alojamiento de grupos organizados a través de agencias de viajes. Desde esta perspectiva constituye un acierto el haber incluido literas en un hueco existente entre la alcoba y el cuarto de baño. De noche, la poca iluminación de las camas puede agobiar si no se encuentra pronto el sueño. Pero los cuartos de baño ofrecen un buen surtido cosmético y abundante ajuar toallero. Cumplen más que de sobra con su utilidad tras una jornada en pistas.

La tercera planta reúne las estancias más recomendables por su equipamiento y su luminosidad, filtrada a través de una generosa terraza pavimentada de losetas de pizarra con una mesa y varias sillas. Se asoman en paralelo al valle y a las pistas de esquí.

En las antípodas del encanto, los desayunos se ofrecen en un bufé sin servicio, de productos preelaborados y zumo de máquina exprimidora más insípido que un granizado de nieve polvo recogida en las cotas altas de Grand Valira.

El hotel cuenta con guardaesquís con armario propio y ofrece actividades de nieve en invierno y el ecoturismo en verano, así como una amplia gama de excursiones, mountain bike y salidas a caballo, entre otras alternativas de ocio.

ALREDEDORES

UNA PLÉYADE de pueblecitos ordenados y urbanizaciones en crecimiento orbitan alrededor del dominio esquiable de Grand Valira. Soldeu, El Tarter, Canillo, Sant Pere, Ransol, Els Plans, L'Aldosa, El Vilar, El Forn, Meritxell, Molleres... No muy lejos del hotel se halla el santuario de Meritxell, patrona de Andorra. Camino de Prats, merece una visita la ermita de Santa Creu. Pero el verdadero apresquí en el Coprincipado es el ir de compras, sin que quepa echar en falta nada en las mil y una tiendas al borde de la carretera, desde Sant Julià de Loria hasta el puerto de Envalira. Ya no sale mucho más barato que en España, pero hay de todo. Si se quiere ir de copas, conviene saber que el hotel dispone de un salón-bar muy animado hasta altas horas de la noche.

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