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La Fiscalía del Estado de Virginia del Norte abre un proceso criminal a Boeing

El consorcio europeo Airbus acusa a la compañía de EE UU por recibir ayudas ilegales

El titán de la industrial aeroespacial Boeing vuelve a vérselas con la justicia. La Fiscalía del Estado de Virginia del Norte acaba de lanzar un proceso criminal contra la compañía por las irregularidades en el contrato para la entrega a la Air Force de una flota de 100 aviones cisterna B-767 Tanker. Airbus competía en el concurso y ahora acusa al gigante estadounidense de recibir ayudas ilegales para la construcción de su nuevo avión 7E7 Dreamliner. En paralelo sigue en Los Ángeles el proceso por espionaje a Lockheed Martin.

Las espadas siguen en alto. Primero fue el despido de su vicepresidente financiero, Michael Sears, junto a Darleen Druyun, ex oficial del Ejército de Aire de EE UU (Air Force), por su más que dudosa conducta profesional. Una semana después dimitía por sorpresa el jefe ejecutivo de Boeing, Phil Condit, castigado por la controversia. El Pentágono se veía obligado a suspender el contrato para la adquisición de 100 aviones cisterna, valorado en 22.000 millones de dólares. Y ahora el expediente salta a manos de la justicia federal, según adelantaba ayer The Wall Street Journal.

La Fiscalía del Estado de Virginia del Norte quiere determinar si se produjo un trasvase de información confidencial desde la Air Force que hiciera decantar el concurso hacia Boeing en detrimento de la oferta de Airbus. Michael Sears mantuvo un estrecho contacto con Darleen Druyun cuando ésta era responsable de la Unidad de Adquisiciones en la Air Force. La ex oficial pasó a la ejecutiva de la compañía dos meses después de adjudicar el contrato a Boeing, a finales de 2002.

La investigación criminal de la fiscalía se lleva en paralelo a la interna del Departamento de Defensa. La Air Force solicitó además a comienzos de esta semana que amplíe la investigación a otros contratos en los que intervino Druyun, para ver si se adjudicaron siguiendo las reglas. Entre ellos destaca uno de 278 millones de dólares para la actualización de los aviones de vigilancia AWACS de la OTAN. La nueva ejecutiva de Boeing confía en que el caso Druyun se solucione pronto, para evitar que la sucesión de escándalos de las últimas semanas siga dañando su imagen y así recuperar la confianza del Gobierno estadounidense, su principal cliente, y de los inversores.

En Los Ángeles, entretanto, sigue su curso el proceso contra Boeing por haber interceptado más de 20.000 páginas de documentos confidenciales a su rival Lockheed Martin, para hacerse con un contrato multimillonario para las lanzaderas de satélites, también suspendido a raíz del caso de espionaje. Y a los problemas legales se le suma ahora la intención de Airbus de atacar a su rival comercial por intentar beneficiarse de apoyos públicos ilegales para la construcción del nuevo avión B-7E7 Dreamliner.

Bajo consumo

El lanzamiento comercial de esta aeronave de bajo consumo está previsto para 2008, y el 35% de los componentes se producirán en Japón. El consorcio europeo considera que se está violando el acuerdo suscrito entre la Unión Europea y Estados Unidos en 1992 sobre los subsidios a la industria aeronáutica civil, que prohíbe que se financie con fondos públicos más de un tercio de la inversión total del proyecto.

Los expertos advierten de que, de lanzarse un litigio, sería contra Japón, y no contra EE UU como se está sugiriendo. El Gobierno nipón prevé financiar con fondos públicos una buena parte de las inversiones en I+D necesarias para el desarrollo de las piezas del futuro 7E7 Dreamliner, que producirán las compañías Fuji, Mitsubishi y Kawasaki.

Boeing responde que la reacción de Airbus es "irónica", y recuerda que el desarrollo del A-380 necesitó de un importante apoyo público en la fase inicial. "Es pronto para que cualquiera pueda empezar a especular sobre el mecanismo de financiación que van a utilizar nuestros socios para el 7E7", señaló el portavoz de Boeing, Todd Blecher. Y tampoco parece que haya una intención ni por parte de la UE ni de EE UU para volver a sacar a colación la cuestión de los subsidios a la industria aeronáutica.

Precisamente el consejo de Boeing analizará hoy el proyecto de construcción del modelo 7E7 Dreamliner para dar el definitivo visto bueno.

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