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El desempleo juvenil se agrava en Francia y acerca la tasa de paro al 10%

Un 9,7% de la población activa francesa estaba sin trabajo el pasado mes de septiembre, un 1% más que en el mes de agosto y en los niveles más altos de los últimos cuatro años. El número de personas sin empleo, que podría llegar al 10% de la población activa antes de que acabe el año, ha aumentado de manera importante desde que gobierna el Ejecutivo del conservador Jean Pierre Raffarin. La cifra alcanza ya las 2.435.700 personas, es decir, 25.300 más que 30 días antes.

"El aumento del paro en el tercer trimestre (y en el cuarto sucederá otro tanto) proviene del retroceso del empleo público, de la anulación de los dispositivos de empleo artificial puestos en marcha por el anterior Ejecutivo", asegura François Fillon, ministro de Asuntos Sociales.

Para los servicios de estudios de bancos como BNP Paribas o Deutsche Bank, "superar la barrera psicológica del 10% de parados afectará la confianza de los consumidores y puede frenar la reactivación de la economía prevista para el año 2004". Para los sindicatos, "Francia vive las consecuencias de una política desindustrializadora", y el muy moderado sindicato católico CFTC señala "que el aumento del paro está conociendo cifras que sólo pueden compararse a la recesión de 1993".

Los más perjudicados en esa progresión continuada del paro son los trabajadores de menos de 25 años, pues en esa franja de edad el desempleo ha aumentado un 5,1% respecto al mes de agosto. Globalmente, en 2003 y en el transcurso de sólo nueve meses, ya hay un saldo negativo de 130.000 personas más sin empleo. El Gobierno, visto el escaso resultado de su política de reducción de la presión fiscal a través de una bajada del IRPF, parece confiar ahora en que sea la demografía la que le resuelva el embrollo, al menos en parte.

El número de jóvenes que llegarán al mercado de trabajo en 2004 será menor que en 2003, y en 2005 aún será más reducido al corresponder a un momento de disminución de la natalidad. A ello hay que añadir que nada menos que 70.000 trabajadores podrán jubilarse antes de los 60 años por haber cotizado ya los 40 años reglamentarios. Y si la demografía no ayuda lo suficiente, siempre quedará el recurso a la nueva reglamentación, que, a partir de enero del 2004, borrará de las estadísticas a todos los parados que hayan llegado al final de sus derechos a subsidio, es decir, más de 130.000 personas.

[Ayer, el grupo siderúrgico Arcelor anunció que prevé suprimir cerca de 1.600 empleos en Francia antes de 2006].

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