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Chema Alvargonzález reivindica el carácter 'intuitivo' de su trabajo

El artista expone en Pamplona su última obra

"Mi trabajo nace de la intuición", afirma Chema Alvargonzález (Jeréz de la Frontera, 1960), un artista que vive apasionadamente la aventura de la creación. A caballo entre Barcelona y Berlín, ciudades donde reside, Alvargonzález experimenta ahora en la cartografía después de haber recorrido el vídeo, la escultura y la instalación. El Museo de Navarra ofrece una exposición monográfica con fotografías, cajas de luz y maletas concebidas en sus últimos siete años.

Conceptos y palabras como ciudad, viaje, memoria, ausencia, luz o reflejo son el sustrato de las experimentaciones de Alvargonzález, pertenecientes a un universo plástico ligado a las técnicas multimedia en el que la experiencia vivida y el lenguaje se funden, en palabras del comisario de la muestra, Fernando Francés, "en un complejo soporte de pensamiento intelectual". Los grandes formatos, el color pleno, la experimentación de la luz que emana de sus maletas convertidas en espejos fotográficos ponen los contornos a la reflexión del artista sobre el paisaje urbano.

La exposición tiene tres apartados. El dedicado a la fotografía incluye varias cajas de luz, tres imágenes de la ciudad de Berlín y nueve fotografías de la serie La herida de la ausencia en la memoria, tomadas en Nueva York en 2002, un paseo emanado del dolor personal del creador ante los efectos de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en una ciudad en la que vivió parte de su vida. "Aquellos hechos cambiaron no sólo el rumbo de la política sino el ámbito privado de muchas personas. Es esa intimidad tocada la que me interesó en mi trabajo, la perplejidad y el dolor ante el caos y la muerte", afirma el fotógrafo.

El Museo de Navarra presenta además una selección de maletas que, bajo títulos como Almacenado en el recuerdo, Saliendo hacia las nubes o El reloj del mundo analizan nociones como el espacio, el viaje, el tránsito físico, el tiempo.

Idea de transformación

Las maletas contienen fotografías que mediante un dispositivo lumínico se reflejan en el espacio instalado en el compartimento opuesto. Las escenas que el artista ofrece han sido vividas por él en Barcelona, Nueva York, Berlín u Oporto. La idea de transformación preside el conjunto.

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La exposición se completa con una instalación formada por fotografía y estructura de hierro que lleva el título Entre canicas. "Chema Alvargonzález se comporta como un agrimensor", subraya Francés, "recodificando territorios y midiendo los campos hasta acercarse a un lenguaje más próximo a la poesía en su búsqueda de nuevas soluciones plásticas".

La muestra, cuyas obras han sido cedidas por distintas galerías privadas españolas, estará abierta al público hasta finales de septiembre, e incluye algunos de los trabajos más recientes de Alvargonzález, pertenecientes a la serie de 2003 Cuaderno de Bitácora, en los que fotografía detalles de las videoproyecciones y pabellones de luz creados en el puerto de Tarragona.

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