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El déficit de infraestructuras y aulas complica la apertura del curso, según sindicatos y oposición

La falta de centros prefabricados retrasa el inicio de las clases en áreas de Valencia, Gandia y Alcoi

La "improvisación" y la "falta de infraestructuras", según sindicatos y opisición, no estuvieron ausentes ayer en la inauguración de un curso académico complejo -marcado por la implantación de la Ley de Calidad, que recupera los exámenes de septiembre y la Religión- forzando cambios en la organización administrativa que se dejaron sentir en Valencia, Sagunto, Gandia o Alcoi, donde el retraso en el montaje de aulas prefabricadas dejó a varios miles de alumnos sin clase. Pese a ello, la estabilidad de la matrícula en los últimos tres cursos (682.000 alumnos) favoreció unarentrée normalizada en general.

"La realidad es que un curso más, las aulas prefabricadas van a predominar en el paisaje educativo", coincidieron ayer Vicent Mauri, portavoz del STEPV, y el edil socialista Juan Soto, presentes en la protesta de centenares de padres, alumnos y profesores del emblemático colegio público Luis de Santángel, por el retraso forzoso en el inicio de las clases, debido a que el original está cerrado por reformas y las aulas prefabricadas provisionales no sólo no están terminadas, sino que, a decir de los obreros, "los trabajos de la instalación de la red eléctrica, climatizadores y mobiliario se pueden alargar hasta final de mes".

La escena no fue la única, pero sí quizá la más llamativa porque se produce en Valencia capital, sede de la Administración valenciana, y en el corazón mismo del futurista macrocomplejo construido entorno a la Ciudad de la Justicia y la internacionacionalizada Ciudad de las Artes de Calatrava. El retraso en el inicio de las clases afectó -según las cifras recabadas y documentadas por este periódico- al menos a 2.000 alumnos de colegios públicos como el de El Perelló -donde los padres se oponen desde hace meses a escolarizar a sus hijos en "un edificio muy deteriorado, con 80 años de antigüedad"-, y a una veintena de centros educativos de núcleos urbanos como Castellón, Gandia, Dénia, o Alcoi, debido a retrasos en la finalización de las obras o en el montaje de las aulas prefabricadas. En algunos centros públicos llegó incluso a faltar mobiliario, como sucedió en el colegio público Luis Vives de Paiporta, donde "los 25 niños de infantil tuvieron que pasar la mañana en el patio de recreo, porque no tienen mesas ni sillas en el aula", según indicaron desde el centro.

Vicent Sellés, portavoz de la Permanente de Directores de Primaria de Alicante, lamentó la ausencia de 103 profesores que en el proceso de adjudicación del viernes pasado no cumplían con el requisito lingüístico. Educación confirmó esta situación y espera adjudicar las plazas mañana miércoles. Los directores calculan que, entre plazas por adjudicar y bajas médicas, fallaron unos 300 docentes en la provincia de Alicante. "Esto significa un problema organizativo grave, no podremos confeccionar horarios hasta la próxima semana", comentó el portavoz del colectivo.

En Elche, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, Blanca González, denunció la falta de 86 profesores en la localidad, sobre todo en las especialidades de francés, matemáticas y ciencias naturales. Padres y docentes en Alicante denunciaron la falta de tres unidades de la oferta de línea en valenciano en el colegio Juan XXIII.

El curso escolar comenzó en Alcoi condicionado por las obras, informa Lucía Gadea. Las que comenzaron este verano en el Colegio Público El Romeral no han concluido, lo cual ha obligado a retrasar una semana la incorporación a las aulas de 400 escolares. No es el único centro en Alcoi con zanjas abiertas y vallas en la puerta. El colegio público San Vicente recibió a los niños con el mismo socavón ocasionado por la lluvia a final del curso pasado en uno de sus patios. En Cocentaina los problemas se centraron en el colegio público San Juan Bosco. Los profesores y los padres de dos alumnos tetrapléjicos de 4 y 7 años denunciaron la falta de respuesta por parte de la Consejería de Educación para adecuar el centro a niños minusválidos. Los afectados vienen reclamando un ascensor para que estos alumnos puedan acceder como el resto de los 336 niños matriculados a las aulas de informática ubicadas en la segunda planta. "Sólo pedimos a la Administración educativa, que determina que un niño de esta edad debe de estar escolarizado en un centro público, que lo adapte y corrija las barreras arquitectónicas para evitar trastornos", explicó Carme Insa, madre de uno de los niños tetrapléjicos. Los padres dieron las gracias a los profesores que han trasladado a sus hijos en brazos cuando ha sido necesario y al Ayuntamiento de Cocentaina por hacerse cargo de la construcción de una rampa de acceso al edificio ante la falta de respuesta de la consejería. "Esperamos que ahora Educación no se demore más de seis meses en acabar las obras", concluyó el director del colegio, Santiago Aparisi.

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En Benilloba los 200 niños del colegio Virgen de los Dolores iniciaron ayer las clases en barracones ante la demora, de tres meses, en la finalización de las obras.

Protesta de padres y alumnos ante los barracones, por terminar, del colegio Luis de Santángel de El Saler.
Protesta de padres y alumnos ante los barracones, por terminar, del colegio Luis de Santángel de El Saler.JOSÉ JORDÁN
Francisco Camps, ayer, con un alumno del colegio Pío XII de Vila-real.
Francisco Camps, ayer, con un alumno del colegio Pío XII de Vila-real.À. SÁNCHEZ

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