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Reportaje:LA POSGUERRA DE IRAK | La transición política

Alemania saca partido del fútbol iraquí

La selección nacional de Irak se concentra en un balneario de Baviera

La selección nacional de fútbol de Irak se ha concentrado para entrenarse en Bad Wörishofen, un idílico balneario situado a 100 kilómetros al oeste de Múnich, y permanecerá allí hasta el próximo día 13. La Federación Alemana de Fútbol pagó los billetes de avión desde la capital jordana, Ammán, hasta Múnich, y varios mecenas alemanes financian el equipamiento y la estancia del equipo nacional iraquí, que jugará algunos partidos amistosos los próximos días.

Un alemán del Este, el ex seleccionador nacional de la desaparecida República Democrática Alemana Bernd Stange, de 55 años, entrena a la selección iraquí y adquirió notoriedad mundial cuando tuvo que abandonar Bagdad pocos días antes del inicio de la invasión. Stange regresó a Irak tras la guerra y encontró destruido el edificio de la Federación y el campo de fútbol invadido por vehículos blindados. Ahora, en la paz de Baviera los futbolistas iraquíes han encontrado las condiciones adecuadas para ponerse en forma, cortejados por empresas y políticos que tratan de sacar partido de su presencia en Alemania.

Axel Morel, director de una agencia de deportes en la ciudad de Westfalia Krefeld, tuvo la idea de traer a Bad Wörishofen a la selección de Irak y el Ayuntamiento consideró que era una posibilidad excelente para hacer publicidad del pueblo y sus famosas aguas curativas. Considera Bad Wörishofen la presencia de la selección iraquí como "una contribución en el camino hacia la paz y el entendimiento entre los pueblos". El Ayuntamiento bávaro no quiso complicaciones con la presencia de los futbolistas iraquíes y antes de dar el visto bueno escribió a la Embajada de EE UU en Alemania para informarse de si el amigo americano tenía algo en contra. Desde la embajada en Berlín llegó luz verde y ya sólo quedaba averiguar si habría problemas de seguridad. En la región de Allgäu viven unos 350 exiliados iraquíes, pero las autoridades policiales concluyeron que la presencia de los futbolistas no suponía un problema de seguridad. En definitiva, se conocía que el terrible Udai, el hijo mayor de Sadam muerto a tiros, se distinguía por haber castigado con latigazos y torturas los malos resultados de la selección.

Una fábrica de material deportivo equipó a la selección, que ahora lleva en la camiseta el texto: "Selección nacional iraquí de fútbol patrocinada por Deportes Jako". Los futbolistas y federativos iraquíes no dan abasto con ruedas de prensa y entrevistas. Algunas empresas alemanas creen haber encontrado con la selección una vía de penetración para hacer negocios en Irak.

Al seleccionador Stange le preocupa que sus muchachos recuperen la forma y superen los traumas de la guerra. Stange, un trotamundos del fútbol que tras la caída del muro de Berlín entrenó en Omán, Ucrania y Australia, volvió tras la guerra a Irak y lo que allí se encontró le hizo desear haberse quedado en casa. Cuando encontró a sus futbolistas y sus familias, Stange optó por quedarse. El primer partido de los iraquíes tras la guerra fue contra los policías de la Embajada alemana en Bagdad, a los que derrotaron por 8-3. Después, ganaron a principios de agosto 0-1 a la selección de Irán. Ahora, con el agua milagrosa de Baviera sin duda recuperarán la forma perdida.

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