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Los países en vías de desarrollo recriminan a los ricos sus dificultades de acceso a los medicamentos

Tras las críticas vertidas contra el acuerdo agrario alcanzado esta semana por EE UU y la UE, los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciaron ayer en Ginebra una serie de reuniones para abordar otro paquete de temas pendientes de cara a la cumbre que se celebrará en México en septiembre. Los países africanos aprovecharon la ocasión para renovar sus críticas a las naciones ricas por no prestar suficiente atención al acceso de los países pobres a los medicamentos.

La inclusión de nuevos temas en las negociaciones que se llevan a cabo en el seno de la OMC, árbitro del comercio mundial, generaron ayer una fuerte división de sus países miembros. Se trataron aspectos relacionados con las inversiones, la transparencia en los contratos públicos, facilitación de trámites aduaneros y políticas de competencia.

En la primera sesión dedicada a tratar esos aspectos del comercio, la UE afirmó que, al lanzarse la actual ronda de Doha (noviembre de 2001), se pidió a los delegados que prepararan un documento que sirviera a los ministros que se reunirán en septiembre en Cancún a decidir si emprenden negociaciones sobre estos temas. Muchos países en desarrollo afirman no estar preparados para ello. Kenia, en nombre del grupo africano, señaló la preocupación de muchos países en desarrollo por las graves consecuencias que tendría en sus economías la decisión de embarcarse en ese tipo de negociaciones, dados sus escasos recursos.

La reunión de ayer se produce sólo dos días después de que la UE y EE UU cerraran un acuerdo marco para liberalizar el comercio agrícola mundial, uno de los capítulos más controvertidos en las negociaciones. Las dos mayores potencias que más subsidios dan a sus agricultores ofrecerán a los países en desarrollo un mayor acceso a ambos mercados, sin concretar cifras. Este acuerdo ha recibido críticas de países como India y Brasil. La patronal de los grandes productores agropecuarios de Argentina también se mostró ayer en contra del documento. Expertos consultados por la agencia France Presse señalan, sin embargo, que este acuerdo supone al menos un paso adelante en un proceso estancado.

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