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Reportaje:

Las rebajas llegan también al arte

Una galería donostiarra saca a la venta obras dañadas por las inundaciones

Mikel Ormazabal

El concepto de las ofertas, promociones especiales o saldos de temporada no existe en el mundo del arte. Es un precepto respetar hasta el final los precios del artista. La galería donostiarra Arteko (Secundino Esnaola, 3) ha roto este código y pone a la venta a precio de ganga obras sobre papel -la mayoría son grabados- que quedaron dañadas por el agua durante las inundaciones que afectaron al barrio de Gros en el verano de 2002. Son más de un centenar de trabajos de 70 artistas que presentan diversos deterioros, aunque "mantienen virgen el valor artístico original", asegura la galerista Cristina De la Fuente.

Muchas han sido restauradas a conciencia por los autores; otras, tratadas con biocidas y productos especiales. Son obras de Paco Aguilar, Dora Salazar, Nori Ushijima, Baroja Collet, Juan Luis Goenaga, Antonio Saura, Manolo Valdés o Brinkmann, entre otros, que ahora se reúnen en la exposición titulada apropiadamente Papeles bajo el agua, que ayer se abrió al público hasta el 25 de septiembre. Hace un año estaban empapadas; hoy salen a la venta a "precios de ocasión". Una Menina de la serie de Saura se ha rebajado de 2.250 a 1.500 euros; un collage de Baroja Collet está a mitad de precio (ahora vale 300 euros). Los descuentos oscilan entre el 20% y el 50%. "Se trata de una oportunidad única para adquirir obras de valor a precios especiales", afirma la responsable de Arteko.

De la Fuente ha consultado a todos los artistas antes de montar esta "refrescante exposición" con obras castigadas por el agua que, de otra manera, "no tendrían salida en el mercado". "Ha sido muy interesante comprobar la transformación que han experimentado algunas obras y cómo han adquirido otra atractiva originalidad después de estar unas ocho horas sumergidas en agua", señala galerista.

Ccambios de tonalidad a veces inapreciables, manchas que armonizan con el conjunto de la obra o señales de pintura ajada han alterado, siquiera ligeramente, la idea con que fueron creadas. Cuelgan del techo, sujetas con pinzas, y de la pared obras de arte que han resistido dignamente una dolorosa inmersión en agua. Papeles bajo el agua las saca a flote a precios de liquidación.

Vista de la exposición <i>Papeles bajo el agua,</i> con una de las obras colgando del techo sujeta con una pinza de ropa.
Vista de la exposición Papeles bajo el agua, con una de las obras colgando del techo sujeta con una pinza de ropa.JAVIER HERNÁNDEZ
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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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