Aznar defiende el envío de tropas a Irak frente a los que buscan "el aislamiento de España"
El jefe del Gobierno considera "tristes" la críticas de Pujol e irresponsables las del PSOE
José María Aznar considera que su viaje por los Estados hispanos de Estados Unidos es un éxito al que "hay que dar continuidad política" y estima que los que están criticando como "sumisa" su actitud ante George Bush son los mismos "irresponsables" que se oponen al despliegue de fuerzas españolas en Irak, en particular los socialistas, o no merecen más comentarios, en el caso concreto del presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. "No seremos nosotros los que llevemos a España al aislamiento", dijo Aznar.
"No vamos a abandonar a la población iraquí, porque deseamos que tenga un futuro de paz, libertad y progreso", añadió el presidente del Gobierno, porque el envío de tropas a Irak "es acorde con las decisiones y principios de Naciones Unidas". Interrogado en rueda de prensa, Aznar no quiso entrar en los motivos del Gobierno para cambiar al militar predesignado para mandar las fuerzas españolas. Dijo que esa decisión corresponde al ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa y pidió pleno apoyo político y ciudadano a unos militares que "van a cumplir una tarea difícil, pero fundamental".
El presidente del Gobierno evitó comentar las duras críticas de Pujol y afirmó que le causa "tristeza que alguien con una cierta trayectoria política pueda decir esas cosas". Aún menos atención dedicó a los ataques del presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Evitó seguir al presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, en su apreciación de que "el PNV ya no es un partido democrático", y dijo que lo único que le interesa es que el proceso de disolución del grupo de Batasuna en la Cámara vasca se lleve a cabo. "Es una cuestión básicamente judicial, y estoy convencido de que la sentencia [del Tribunal Supremo] se cumplirá en su integridad", añadió.
Aznar siguió ayer cosechando homenajes y ovaciones en Nuevo México y Tejas, con su discurso de "socio y aliado leal de Estados Unidos", su continuo recuerdo del apoyo prestado de España a la guerra en Irak y sus llamamientos a los hispanos de EE UU para que le ayuden a "profundizar" en las relaciones entre españoles y estadounidenses en todos los terrenos, incluida la economía.
"La lengua española se convierte en un instrumento privilegiado de intercambio de información y de experiencia entre los miembros de las fuerzas armadas españolas y norteamericanas", llegó a decir, tras señalar que soldados españoles conviven con muchos hispanos de EE UU en las misiones internacionales de paz y que la Brigada Plus Ultra llevará a Irak efectivos de El Salvador y otros países de Latinoamérica.
No todos los estadounidenses comparten el entusiasmo por Aznar del gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, hispano y demócrata, que le presenta como "un gran internacional", el hombre "que ha unido Europa con EE UU y Latinoamérica". Ayer, una mujer de aspecto yanqui se paseaba por Santa Fe vestida con faralaes y un cartel que decía: "España, sí. Aznar, no". Otro pequeño grupo de manifestantes esperó a Aznar a la puerta del centro hispánico de Alburquerque con pancartas que decían "Primero Guernica, luego Bagdad" y "Bush, nazi".
El Gobierno español considera que el momento es tan favorable en EE UU que está financiando con tres millones de euros una campaña publicitaria en los seis principales periódicos estadounidenses bajo el lema "España, el amigo en Europa". Comercio sostiene en comunicados oficiales que se trata de aprovechar la mala coyuntura para los productos de Francia y Alemania en el mercado estadounidense, como consecuencia de la guerra.
Todo ello explica que Aznar se proponga dar continuidad a esta proyección hacia las comunidades hispanas con un entusiasmo que crece a medida que se interna en el profundo sur de EE UU y sube la temperatura. Si en California se le sugirió que se presentara a gobernador, ayer Richardson le ofreció su cargo en Nuevo México. Aznar prometió estudiar la propuesta y volver a Santa Fe, donde los actos se clausuraron al grito de "¡Viva España!, ¡Viva Nuevo México!". Un bromista entre el público concluyó la faena con el grito de "¡Viva Pancho Villa!".
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