La fusión 'afro' de Tania Libertad

Ha grabado hasta ahora 34 discos en los que han cabido desde la ranchera hasta la canción criolla de Perú, pasando por los boleros, el rock, los poemas cantados y la ópera. La razón de ese eclecticismo, de esa indefinición de un estilo, viene marcada desde sus inicios en la música. Tania Libertad lleva cantando desde los cinco años. De pequeña corría descalza y libre por las calles y descampados polvorientos de la ciudad de Chiclayo (en la costa norte de Perú), la única niña entre ocho hermanos, hija de un guardia civil y de una enfermera. De pronto surgió un concurso de radio y su madre la llevó con dos canciones escogidas para la ocasión. "Fue una canción española, Herencia gitana, y un bolero panameño, Historia de un amor", recuerda. Esta última aparece en su nuevo disco, Costa negra, llevada a los ritmos afroperuanos. "Mi madre era bastante ignorante y no tenía mucha idea de música. Cuando me escogía las canciones para cantar por la radio, le daba igual que fuera un tango, un vals o un rock and roll. Aunque siempre han predominado en mi carrera los géneros latinoamericanos".

Sin embargo, no tardó en encontrar su primer amor. "Mi encuentro con la trova cubana fue algo definitivo. Las canciones de Pablo Milanés, de Silvio Rodríguez y de todos ellos me hicieron ver cuál era mi camino en ese momento". Ésa fue la primera etapa. La segunda empieza en México a principios de los años ochenta. "México me gustó desde el principio y en 1980 decidí ir a vivir allí", cuenta Tania Libertad. "Fue como empezar una nueva carrera, fui conquistando mi público y, por supuesto, canté muchas rancheras y canciones mexicanas". La tercera etapa empieza el año pasado en París, cuando empezó a preparar Costa negra. Su nuevo disco la centra en un amplio terreno de experimentación. Un terreno que ella conoce desde su niñez, el de la música afroperuana. "En Europa hay mucho más interés que en América por las músicas latinoamericanas", dice. "Un francés escucha un landó y se está preguntando qué es y de dónde viene. En México, por ejemplo, son más cerrados. Hay una cultura indígena muy fuerte, pero no se interesan por la música negra".

No es la primera vez que Tania Libertad aborda este género en un disco, África en América lo hace en un tono pop. "Costa negra es un disco más acústico. Me tuve que aguantar muchas ideas para respetar este formato. Lo que he hecho es experimentar con distintas formas de acompañamiento. El tema en el que colabora Cesaria Evora, por ejemplo (Historia de un amor) , lo hacemos sólo con voz, percusiones africanas y cajón peruano. Lo que busco es que el folclore se salga de las restricciones de la etiqueta, que adquieran un nivel más universal porque tienen la categoría y la calidad suficientes para ser apreciadas en todo el mundo".

En eso tuvo Tania Libertad una gran maestra: la compositora de Fina estampa, Chabuca Granda. "Cuando yo tenía como 18 o 20 años la conocí y fui mucho a su casa. Nos juntábamos músicos y poetas sentados en su sala, mientras ella hablaba, cantaba y nos daba de comer. Fue una época mágica y muy importante para mí", dice. De ahí salió una generación de músicos que empezó a recuperar la música afroperuana, entre ellos Félix Casaverde, el guitarrista que acompaña a Tania en su grupo. En el espectáculo de Tania Libertad participan también dos zapateadores peruanos que no solo dan una muestra de esta sorprendente danzatradicional, sino que ponen un toque de humor al concierto.

Las raíces de esta herencia están en África y la chiclayana fue a buscarlas allá. Como medida de economía, empezó en París. "Pusimos un anuncio buscando músicos africanos. Llegó gente de Camerún, Senegal, Madagascar y Cabo Verde. Les pusimos a escuchar nuestros temas y al instante reconocían unos y otros ritmos que identificaban con lo que ellos conocían. A los tres días había colas de músicos que querían participar".

Hay una alquimia de ritos en

este Costa negra. "Júrame es un bolero llevado al landó; Mulata, un tema cubano, con la colaboración de Ousmane Toure, se convierte en un festejo pero invertido. Después de terminar el disco no he podido parar y ahora me estoy metiendo con el candombé, mezclo guaguancó con tango, estoy preparando un dúo con Los Tigres del Norte. Estoy entusiasmada. Ya he trabajado mucho en mi vida y ahora quiero hacer lo que me da la gana. Quiero enloquecer".

Tania Libertad actúa el 10 de julio en Gijón (Semana Negra), el 21 y 22 en Madrid (sala Galileo), el 23 en Barcelona (Cibeles); el 24 en el Festival Pirineos Sur de Huesca (Lanuza) y el 25 en Huelva (Auditorio Municipal).