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El Ministerio de Ciencia y el DURSI acuerdan desbloquear el Parque Científico de Barcelona

El Parque Científico de Barcelona (PCB) y su centro estrella, el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IRBB), tienen desde ayer vía libre para consolidarse como "estructura de innovación" en el marco del sistema español de ciencia y tecnología o, lo que viene a ser lo mismo, financiación suficiente para superar el largo compás de espera desde que fue anunciada su constitución.

Tras dos años de negociaciones, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Departamento de Universidades e Investigación (DURSI) de la Generalitat se comprometieron ayer a inyectar 18 millones de euros en tres años y dar cabida al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El acuerdo asegura la continuidad del científico Joan Massagué, una de las piedras angulares del proyecto, en calidad de asesor externo.

Los convenios firmados ayer ponen fin a dos años de tensas negociaciones entre ambos organismos. La idea actual del PCB empezó a dibujarse hace dos años y medio, cuando Massagué, recién nombrado director del departamento de Biología y Genética del Cáncer en el prestigioso Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, y Juan Carlos Izpisúa Belmonte, del Instituto Salk en La Joya, California, esbozaron ante la ministra Anna Birulés su idea de centro de excelencia.

El proyecto inicial, con una inversión estimada de casi 150 millones de euros en cinco años, no llegó nunca a concretarse. Las dilaciones de Ciencia y Tecnología, que no planteó hasta mucho tiempo después un compromiso firme de financiación, la renuncia de Izpisúa Belmonte a regresar a España y los recelos de la propia Universidad de Barcelona a aceptar la estructura propuesta, dejaron el centro en precario.Ello llevó a Massagué a plantear un ultimátum a Ciencia y Tecnología el verano pasado.

Casi un año después la solución llega con unas cifras muy inferiores a las planteadas inicialmente, pero próximas "en los grandes números" al rediseño planteado por el propio Massagué y Joan Guinovart, el actual director del IRBB. "Será suficiente para salir del paso y capacitar al instituto para competir por fondos adicionales", ha declarado Massagué al respecto. El científico, que se ha comprometido a continuar presidiendo el comité asesor externo del centro, reconoce que la prestación económica es limitada, pero interesante habida cuenta del "difícil entorno" en el que se mueve la ciencia española.

El consejero de Universidades, Andreu Mas-Colell, entiende que éste era un paso necesario para que el centro estrella del parque, que cuenta ya con una docena de empresas instaladas y 14 grupos de investigación consolidados en varias áreas de la bioquímica y la biología molecular, arranque "en condiciones". Guinovart, por su parte, considera positiva la entrada del CSIC y relativiza la inyección económica: "Es poco en comparación con los grandes centros internacionales, pero está por encima de la media de los centros españoles".

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