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Reportaje:

Una feria para tomar la tensión

Más de 40 empresas relacionadas con los mayores acuden a la muestra Seniors, que se celebra en Sevilla hasta el domingo

Tereixa Constenla

Las primeras horas de vida de Seniors, la feria de los nuevos mayores arrancaron con un bullicio casi infantil. Decenas de jubilados recorrían expositores a la búsqueda de obsequios y novedades con una impaciencia similar a la de los escolares que salen de excursión por primera vez. Llegados en autobuses fletados por algunos centros de día de Jaén, Málaga o Sevilla, todos se sentían excursionistas aunque ninguno fuera primerizo. Cuando el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, recorrió las instalaciones del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla donde se ha instalado el certamen no cabían muchos más alfileres, aunque los pasillos se vaciaron horas después.

Al principio cada uno eligió según sus preocupaciones. Juan Jódar del Moral, procedente de Jaén, optó por mirarse la tensión. ¿Y qué tal? "Bien. Catorce. Me dijo: es la mejor que he tomado hasta ahora". Juan tiene 74 años que no aparenta a pesar de lo dureza de su vida laboral en un centro donde seleccionaban semillas. Se jubiló por enfermedad pero el cambio le entusiasmó: "De cargar sacos de trigo a no hacer nada es como pasar de la noche al día".

Al reclamo del certamen han acudido más de 40 empresas de diversos sectores, aunque predominan los relacionados con la salud, el ocio y la asistencia. En uno de los expositores se arremolinaban candidatos al relax, que agradecían el trato dispensado a sus cervicales. Siempre hay una primera vez. Muchos descubrieron ayer el poder de un masaje. "Huy, me están beneficiando", soltó uno mientras manos expertas le aligeraban tensiones.

Triunfaba lo gratis total. "¿Aquí regalan algo?", preguntaban unos. "He cogido cuatro abanicos", presumía otra. Las mujeres de los centros de Málaga, por el contrario, se afanaron parte de la mañana en vestir a sus modelos sin que sus trajes sufrieran percances. Una tarea muy delicada teniendo en cuenta que las ropas eran de papel. A sus 60 años, Rosario Rico Gallar temblaba pensando en la pasarela que la esperaba a pocos metros. ¿Y qué hará si se le rompe algo? "No quiero ni pensarlo", replica. Si se hace un siete en uno los vestidos lucidos ayer hay que coger pegamento en vez de aguja.

Rosario toca con delicadeza sus pendientes y su gargantilla, levanta un poco el vestido para mostrar los zapatos mientras sus compañeras le acercan bolso y abanico. "Todo, todo es de papel pinocho", dice con orgullo. Ella defendió el pabellón de Torrox en el desfile de trajes de papel. Su compañera María Tello se metió a la gente en el bolsillo en una pasarela anterior cuando paseó vestida de charlestón y se puso a hacer monerías "como si fuera Lina Morgan". "A la gente le gustó mucho", concluye.

Los actos paralelos a la feria incluyen una exposición de pintura ante la que se detuvo Francisca Muñoz-Cobos Rodajo, una maestra que ocupa su tiempo tras la jubilación regalando su tiempo a los demás como voluntaria en Linares (Jaén). Lo mismo atiende el aula de Internet en su centro de día que acude a domicilios habitados por mayores con menos autonomía que ella. Es una mujer activa y sin pelos en la lengua: "Veo muy marginados a los mayores aunque ahora se le quiere dar auge, yo a mi madre la adoraba y mis hijos no me adoran a mí. No digo que sean malos hijos, pero si no fuera por lo que hago me sentiría tirada".

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El 35% de los jóvenes andaluces vive emancipado

El porcentaje de jóvenes emancipados en Andalucía es similar al del resto de España. Disfrutan, sin embargo, de un menor coste de acceso a la vivienda, según datos de la economista Carme Trilla, que ayer intervino en las jornadas Una vivienda adecuada para todas las edades, organizadas por la Asociación por una Sociedad para todas la Edades (ASTE) en el marco de la feria.

Algo más del 35% de la población andaluza con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años ha abandonado su hogar familiar para montar el suyo propio. Es un cifra semejante a la media española, según los datos relativos al cuarto trimestre de 2002. La diferencia es notable, sin embargo, a la hora de estudiar el coste de acceso a la vivienda para los jóvenes. Mientras que la media española ronda el 35%, en el caso andaluz se establece casi en diez puntos menos.

La dificultad económica es mayor en el tramo que va de los 25 a los 29 años en Andalucía, mientras que el coste más elevado en el conjunto estatal se observa en personas con edades entre 18 y 24 años.

Trilla presentó los resultados de su estudio de la política de la vivienda en Europa, que evidencian las diferencias entre los países mediterráneos y los nórdicos. "Los países con menos cobertura social en general le dan más importancia a la vivienda, es una curva de seguridad", indicó.

El parque de viviendas de alquiler, que la economista considera "determinante" para la emancipación de jóvenes o para los inmigrantes, aporta las mayores distancias. La media europea es de 81 viviendas de alquiler por cada 250 hogares, mientras que en España no llega a las 10.

"Hay grandes ventajas en nuestro sistema, pero no es capaz de dar respuesta a nuevos problemas como el acceso a la vivienda por la subida de precios o la llegada de inmigrantes", planteó la economista.

La Asociación por una Sociedad para todas las Edades defiende la importancia de construir viviendas que puedan ser útiles a lo largo de toda una vida y que carezcan de barreras arquitectónicas con independencia de sus destinatarios.

El consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, también se refirió a la importancia de construir viviendas adecuadas para toda la vida y que "se adapten a los cambios propios que conlleva el envejecimiento u otras circunstancias vitales", informa Europa Press.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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