Los acreedores se adjudican dos lotes de Naviera Peninsular
Los síndicos de la quiebra de Naviera Peninsular, que representan a algunos trabajadores, a Hacienda, a la Seguridad Social y a otros acreedores, se adjudicaron ayer dos de los tres lotes de los bienes que salieron a subasta pública en Bilbao, concretamente varias parcelas. Ambas parcelas fueron adjudicadas al 70% de su valor de salida para evitar a "los que iban a cazar el chollo", según fuentes de UGT.
Las dudas que habían surgido en torno a la subasta de parte de los bienes -los que todavía no han sido vendidos- de Naviera Peninsular, se despejaron cuando finalmente empezaron las pujas. El complicado proceso que ha seguido a la quiebra de la empresa, en abril de 2000, aunque oficialmente fue decretada el 15 de febrero siguiente, hacía pensar que algunos trabajadores podían boicotear el acto.
Tras la venta, se ha producido una verdadera escalada judicial y un conflicto social considerable.
Todo comenzó el mismo día de la venta de la naviera de la familia Acha al grupo catalán Bergé por un total de 2.000 millones de pesetas, de los que 800 estaban condicionados al análisis de la situación de la empresa. Tras estudiar la naviera, Bergé comprobó que estaba en situación de quiebra, y denunció a la familia Acha por la vía civil al considerarse víctima de un engaño. La resolución de esta demanda condiciona todo el proceso, ya que si los tribunales consideran que hubo engaño de Acha a Bergé, los trabajadores, que han demandado a estos últimos, es decir a los compradores, se quedarían sin fundamento jurídico para reclamar sus deudas.
Sin embargo el embrollo va mucho más allá, ya que el pleito que enfrenta a vendedores y compradores va por vía civil, es decir, sigue sin resolverse, mientras que en los juzgados de lo Social ya hay sentencias firmes que permiten a algunos trabajadores a cobrar a través de los bienes. Estos participaron en la subasta de ayer sin incidentes. Pero hay otros cuyas demandas judiciales todavía están recurridas por Bergé al Supremo.
