El 'glamour' y la elegancia de Antique
Sábado noche, temperatura más que primaveral, reunión de siete viejas compañeras de facultad y muchas ganas de diversión. Parecían reunirse todos los ingredientes para pasar una noche entretenida e inolvidable... y desde luego lo fue, eso sí, cambiamos unas copillas y un par de bailes por una hoja de reclamaciones y denuncias varias.
¿El motivo? El trato tan chulesco y denigrante que nos proporcionaron los porteros de la discoteca que se supone más glamourosa de Sevilla, Antique Teatro. Aunque me confieso clienta habitual de este sitio, aquella noche no debimos gustarles demasiado, o, en el peor de los casos, las lentejuelas de mi top no eran lo suficientemente brillantes como para entrar en el local.
¿Las razones? Aún hoy las desconozco, no se dignaron a darnos ninguna explicación y sobre todo a hacerlo de una manera agradable. Al principio hacía falta pase de invitados (casualmente dos de nosotras habíamos pasado sin él), después pusieron el "aforo completo", pero la gente seguía pasando, y por último sólo conseguimos sacarles respuestas del estilo "porque no".
Bueno, teniendo en cuenta que son porteros de esta elitista sala sevillana quizás debamos agradecerles que nos dedicaran unas palabritas.
Con nosotras se equivocaron de pleno, se toparon con siete licenciadas en Publicidad y Relaciones Públicas, que gracias a la carrera algo sabemos de derechos del consumidor.
Sin entrar en el tema de la discriminación que hacen noche tras noche, sólo deseamos decirle a los dueños de este sitio que para tener un local elegante hay que empezar por los empleados, y desde luego nosotras teníamos más clase que ellos.
