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Los enfermos crónicos dejarán el hospital Gómez Ulla en una semana

Oriol Güell

Una semana. Ése es el plazo que tienen las familias de entre 20 y 30 enfermos crónicos y terminales de avanzada edad del hospital Gómez Ulla para encontrar un nuevo lugar en el que los enfermos reciban los cuidados que su delicado estado de salud requiere. Así lo ha comunicado la dirección del centro a los familiares de los afectados, que han recibido la noticia con "enfado y sorpresa", según Montse Moreno, hija de un enfermo de 78 años.

Los afectados sospechan que la orden puede estar relacionada con el inminente ataque a Irak, pero el Ministerio de Defensa lo niega. "Son pacientes que no deben estar en un hospital, sino en otro tipo de centro sociosanitario", según un portavoz de Defensa. Los sindicatos del hospital critican la medida. "Es un ejemplo más del abandono en que Defensa está dejando a la red sanitaria militar", afirma Elvira Benito, del sindicato USO.

Defensa no ha facilitado el número de pacientes afectados por la medida, pero los sindicatos creen que pueden ser hasta 30. "Son pacientes crónicos, que llevan mucho tiempo ingresados y que apenas pueden valerse por sí mismos", explica Elvira Benito.

Ésta es precisamente la razón dada por el Ministerio de Defensa para justificar la decisión de desalojar las camas ocupadas por estos pacientes. "El Gómez Ulla es un hospital dedicado a la atención de enfermedades agudas y éste no es el caso de los enfermos crónicos. Esta medida está comprendida dentro del proceso de reorganizacion de la red sanitaria militar en la región", declaró ayer un portavoz de Defensa.

Las familias, sin embargo, no entienden cómo Defensa les da ahora la orden de llevarse a casa a enfermos que requieren cuidados especiales debido a su delicado estado de salud. Montse Moreno es una de las afectadas y denuncia que su padre "no puede estar en casa, según prescripción médica", declaró ayer en la cadena SER.

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Los sindicatos denuncian el proceso de cierre de recursos sanitarios que el Ministerio de Defensa lleva a cabo en la región desde hace dos años. Defensa ha puesto a la venta, sin éxito hasta el momento, tres hospitales militares: el sanatorio de Los Molinos, en el pueblo serrano del mismo nombre; la Policlínica Naval, en la calle de Arturo Soria; y el hospital del Generalísimo, en Moncloa. El Gómez Ulla permanecerá abierto dos o tres años más, hasta que culminen las obras del futuro Hospital Militar Central, hoy hospital del Aire, también en Arturo Soria.

La sección sindical de USO en el Gómez Ulla lamenta que "hoy sólo estén abiertas 650 de las 2.000 camas que tiene el hospital". "Además, antes del verano serán cerradas otras 250 camas, lo que obliga a tomar medidas como la de ahora", critica Elvira Benito. Ésta lamenta el estado de "incertidumbre" en el que viven los 2.500 trabajadores civiles del hospital.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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