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AMENAZA DE GUERRA | La posición del Gobierno

Aznar asegura a la cúpula del PP que no ha "comprometido" el envío de tropas a Irak

El presidente confirma que cumplirá el acuerdo bilateral con EE UU para el uso de las bases

La dirección del Partido Popular escuchó ayer varias veces cómo su líder y presidente del Gobierno, José María Aznar, proclamaba que aunque España forma parte de la "coalición internacional" liderada por Estados Unidos, "no tiene compromiso de carácter militar" para participar en un próximo ataque a Irak. Aznar sí les comunicó que, "como ha hecho siempre, España va a cumplir sus compromisos bilaterales", para que EE UU utilice las bases. También aportará fuerzas aéreas para acciones de la OTAN. Una decena de dirigentes del PP consultados interpretaron de las palabras de su líder que la participación de España en la guerra de Irak se limitará, de momento, a ceder las bases. Y eso les tranquilizó mucho.

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En el Comité Ejecutivo Nacional del PP hubo quien escuchó a Aznar repetir "hasta cuatro veces" que España no se ha comprometido a enviar tropas a Irak. Oficialmente, es decir, según la contabilidad del ministro Javier Arenas, secretario general del PP, fueron sólo dos: en el discurso inicial y en la respuesta a una de las intervenciones. "Creo recordar que fue en respuesta a Federico Trillo", precisó después Arenas en una conferencia de prensa.

También hubo quien escuchó que su líder iniciaba esa esperada frase con el preámbulo: "Para vuestra tranquilidad, os digo que..."; y quien recordaba que Aznar insistió en que "ni antes ni después de la cumbre de las Azores" ha asumido España compromiso militar alguno. Otros dirigentes no memorizaron la textualidad de sus afirmaciones, pero sí subrayaron su impresión de que el presidente quiso tranquilizarles y dejar claro que, al menos a corto plazo, el Ejército español no participará en el ataque a Irak, ni siquiera para prestar apoyo logístico, por ejemplo con el portaaviones Príncipe de Asturias.

La percepción de que Aznar descartaba la participación inmediata en el ataque fue abrumadoramente mayoritaria entre la decena de dirigentes populares consultada por este diario, y a todos les resultó "muy tranquilizadora". Pero no fue una percepción unánime. Uno de los miembros de este órgano de dirección del PP, muy meticuloso con la textualidad de las afirmaciones, entendió que Aznar "quiso dejar claro que ese compromiso no existe en este momento, pero ni lo descartó para el futuro ni tampoco abrió una puerta para esa hipotética participación militar". Este dirigente, que no forma parte del Gobierno, calca la posición oficial del Ejecutivo, reiterada hasta la saciedad desde hace semanas: "A día de hoy, no hay compromiso militar". Ayer mismo la repitió la ministra de Exteriores, Ana Palacio, en el Congreso.

El elemento diferencial ahora es que la acción militar parece inminente y una participación militar requiere cierta preparación. Ni Estados Unidos se la ha solicitado a España ni el Gobierno la ha ofrecido. Lo que sí está garantizado es que el Ejército de EE UU podrá utilizar las bases militares de Morón y Rota, y que la fuerza aérea española podría participar en alguna acción coordinada por la OTAN para la defensa de Turquía.

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Tras reunirse con la dirección de su partido, Aznar se desplazó a La Moncloa para hablar con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a través de videoconferencia. El objetivo político que más importa ahora a Aznar, según fuentes gubernamentales, es sumar el "mayor número de países posible a la coalición internacional" que él, Bush, Tony Blair y Jose Manuel Durão Barroso pusieron en marcha el domingo en la cumbre de Azores. Ayer se sumaron a esa "coalición política previa a cualquier intervención militar" tres países europeos: Dinamarca, Italia y Holanda. Los dos primeros son coautores de la polémica carta de los ocho. Holanda se excusó porque en ese momento estaba formando Gobierno. Japón y Australia también anunciaron su voluntad de formar parte de lo que Bush ha denominado the coalition of the willing.

Javier Arenas, José María Aznar, Rodrigo Rato y Jaime Mayor, ayer, ante la dirección del PP.
Javier Arenas, José María Aznar, Rodrigo Rato y Jaime Mayor, ayer, ante la dirección del PP.RICARDO GUTIÉRREZ

"Sadam debe salir del país o afrontar la guerra"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, detalló ayer su posición sobre el conflicto de Irak ante los invitados a unas jornadas organizadas por el diario alemán Frankfurter Allgemeine. Fue a mediodía, después de hablar con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Y allí ya adelantó el mensaje que iba a transmitir después, esta madrugada, el presidente estadounidense: Sadam Husein debe exiliarse de inmediato o afrontar la guerra. "Hoy es el último día que el dictador Sadam Husein tiene para cumplir voluntariamente lo que de otra manera se hará cumplir. Para eso o para salir de su país poniendo fin a la tiranía interna y a sus amenazas a la comunidad internacional", aseguró.

Aznar reiteró ante el auditorio invitado por el diario alemán su convicción de que la resolución 1.441 da cobertura legal a la intervención armada. Subrayó que es una resolución aprobada "por unanimidad" por la ONU y que obliga al régimen iraquí a desarmarse.

Para comparar los efectos de un hipotético incumplimiento de las resoluciones ya aprobadas por Naciones Unidas, Aznar se retrotrajo al periodo previo a la democracia en España, pero no lo limitó sólo a los 40 años de franquismo sino a todo un siglo: "Durante más de un siglo, cualquiera en España se consideraba con derecho para no respetar las reglas, y de ahí vinieron dos cosas: que nada era respetado en el interior del país y que el país no era respetado en el exterior". Esta situación, según él, cambió hace 25 años, cuando se establecieron "unas reglas del juego que se cumplen".

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