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Crítica:ESCAPARATE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La ciudad inspiradora

El eminente eslavista italiano Angelo Maria Ripellino (1923-1978), catedrático de literatura rusa y checa en la Universidad de Roma, contribuyó como ningún otro erudito a difundir en Italia la cultura eslava en general -son fundamentales sus libros sobre poesía rusa contemporánea- y, de manera especial, las obras tan singulares de autores checos modernos como Bohumil Hrabal, Jaroslav Hasek o los hermanos Capek.

Praga mágica es un libro tardío (1973), un tanto deshilvanado, barroco y laberíntico como la propia ciudad a la que está dedicado, pero hermoso y rebosante de cariño hacia una cultura que en aquellos años se veía amordazada por la cazurrería totalitaria soviética. En contra de la "arrogancia doctrinaria, el autoritarismo policial y la monotonía tautológica", Ripellino, que se denominó a sí mismo "loco por Praga", elabora una verdadera enciclopedia con casi todo lo que hay que saber sobre la imaginería y la historia de la ciudad de Kafka.

PRAGA MÁGICA

Angelo Maria Ripellino

Traducción de Marisol Rodríguez

Seix Barral. Barcelona, 2003

501 páginas. 21 euros

Una parte considerable del volumen la ocupan dos épocas representativas de la historia de Praga. En primer lugar, la del reinado de Rodolfo II y su corte de alquimistas en la que residieron los astrónomos Tycho Brahe y Kepler o el extravagante pintor Arcimboldo. Fue asimismo el tiempo del rabino Löw, creador del golem; del florecimiento de la calle de los alquimistas, así como de las historias nacidas en el estrafalario barrio judío. Después, se describe esa otra época posterior a la derrota de La Montaña Blanca (1620) con la que comienza la decadencia de un reino sometido por la influencia del tétrico catolicismo de la Contrarreforma; ésta trajo consigo el arte del barroco, pero también a los jesuitas y el enriquecimiento de los verdugos. Los tipos estrambóticos, las anécdotas y los mitos de ambos periodos serán los manantiales en los que se sacie la fantasía de casi todos los magníficos escritores posteriores: Meyrink, Urzidil, Perutz, Neruda, Rilke o incluso el propio Kafka; todos ellos, exponentes de esa mezcolanza de tres culturas, alemana, eslava y judía, que tanto enriqueció una ciudad viva y abierta tras su aparente lobreguez invernal.

La obra de Ripellino, a pe-

sar de sus sinuosidades, es brillante e ingeniosa; en rigor, el portón que franquea el paso al conjunto de la cultura praguense; así, al menos, debe de serlo en la edición original italiana, ya que esta otra española que ahora presenta Seix Barral (reedición del texto editado anteriormente por Julio Ollero Editor en 1991) difícilmente satisfará al lector medio. Por desgracia, el trabajo de edición es poco serio. De la multitud de referencias citadas a pie de página puede prescindirse por completo a menos que se domine el checo, el alemán o el italiano; la cortesía de traducir los títulos de obras checas, italianas o alemanas brilla por su ausencia. Tampoco existen en castellano, al parecer, traducciones de las obras de Kafka (El castillo, El proceso o los Diarios) dignas de ser citadas, con lo que se nos remite a las ediciones italianas. Pero lo mismo sucede con varias obras más: con esa nunca traducida Die andere Seite, de Kubin, o con las Aventuras del valeroso soldado Svejk de Hasek, obra tan desconocida en castellano como en catalán y vascuence. La versión desde el italiano es elogiable a veces y vulgar otras; pero, sobre todo, debería habérsela descargado de vocablos inexistentes en español, así como de varios errores imperdonables (denominar "israelíes" a judíos del siglo XV, por ejemplo). Desconcierta asimismo la ausencia de criterio al traducir ocasionalmente términos alemanes o checos, e incluso frases enteras en alemán que se dejan a la libre interpretación del lector. En suma la lectura de una obra tan atractiva se asemeja a una molesta carrera de obstáculos. Los lectores, posiblemente ilusionados por el aspecto exterior del libro, reciben así, gato por liebre.

En cambio, la editorial Acento publicó en 1998 un pequeño volumen dedicado a Praga en el que, junto a textos de otros autores oriundos de la región del Moldava, se ofrece un extenso fragmento de esta obra de Ripellino: es admirable la claridad de la traducción, pero aún más el cuidado con que se elaboran las notas y se explican los términos raros. El buen ejemplo sólo hay que seguirlo.

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