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"Ahora el daño ya está hecho"

El ruido de la discoteca Chapó de Palencia era insufrible. Al menos cinco familias del inmueble situado en la calle del Obispo Nicolás Castellanos número 3 no aguantaron el suplicio. Tras interponer las denuncias decidieron abandonar sus casas. Algunos de ellos tenían hijos pequeños.

La música de estilo bacalao que sonaba hasta altas horas de la mañana hacía imposible conciliar el sueño, según José Luis Merino, uno de los vecinos que padeció durante años esta continua pesadilla. Merino tenía en 1998, momento en que empezaron las quejas, un niño de dos años y su mujer estaba esperando otro. Todos padecieron trastornos de sueño.

"Llegó un momento en que teníamos a la policía en casa haciendo mediciones cada dos por tres", explica molesto José Luis Merino. El hombre no entiende que las autoridades no tomasen medidas preventivas contundentes. "Ahora, qué más nos da la sentencia. El daño ya está hecho", asegura.

Citando a los médicos forenses, Merino explica que, en la mayoría de casos, aunque cese el problema, la recuperación al 100% es prácticamente imposible. Merino afirma que la discoteca aún sigue abierta y que los ruidos permanecen, aunque en menor grado.

Varias Asociaciones de Vecinos de Palencia se han agrupado en una federación (FARSU) que lucha para acabar con los problemas de ruido que abundan en la ciudad. FARSU se presentó a las pasadas elecciones municipales y lo volverá a hacer en las próximas, para tratar este asunto. "Los políticos no quieren tomar partido en este tema porque, según las medidas que tomen, les pueden restar votos", afima esta entidad.

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