"Sadam cree que puede seguir enfrentando a los aliados"

Condoleezza Rice, de 49 años, consejera de Seguridad Nacional del presidente de EE UU, George W. Bush, se ha convertido en una de las principales defensoras de la estrategia contra Sadam Husein.

Pregunta. La actual crisis transatlántica no es un mero contratiempo como en décadas recientes. ¿Es cualitativamente más seria?

Respuesta. Es muy desafortunada. Sadam Husein ha interpretado que puede seguir enfrentando a los miembros del Consejo de Seguridad entre sí. Necesitamos recordar qué es lo que ha hecho que el lazo transatlántico sea fuerte: un compromiso no sólo con la seguridad, sino con los valores. El valor más importante es que las personas tengan derecho a vivir en libertad, y el pueblo iraquí merece ese derecho tanto como cualquier europeo o estadounidense.

P. ¿Es irreversible el daño?

R. Espero que no, pero va a dar trabajo.

P. ¿Cuál es su visión para Irak?

R. Si tenemos que usar la fuerza, el mundo verá a un EE UU, y creemos que a una coalición, dedicada en primer lugar, y ante todo, a la mejora inmediata de la vida de los iraquíes. Los primeros en beneficiarse del derrocamiento de Sadam serán los propios iraquíes. Es una población instruida, un pueblo capaz de iniciar la senda del desarrollo democrático. EE UU estará ahí para ayudarles a lograrlo. La mayor parte de los iraquíes va a disfrutar de un futuro fenomenal en el Irak posterior a Sadam. Naturalmente, los miembros del círculo más cercano a Sadam no pueden tener futuro, pero la mayoría de los iraquíes recuperará su país.

P. ¿Influirá en la zona?

R. Un Irak sin armas de destrucción masiva, en el que se conservase la integridad territorial, en el que hubiese una senda hacia el desarrollo democrático, sería un factor positivo para la región; una región que está empezando a escuchar voces fuertes, desde Bahrein hasta Marruecos, a favor de la reforma política y económica. De hecho, los propios árabes hablan ahora de una carta árabe que establezca dichas reformas. Con la desaparición de una de las amenazas de la región y uno de los grandes respaldos del terrorismo, se daría un impulso a la perspectiva de paz en Oriente Próximo. El pueblo palestino podría perseguir su sueño de alcanzar un Estado democrático.

P. ¿Es ésta una batalla por el mundo musulmán?

R. Es un nombre poco adecuado; nadie está luchando por el mundo musulmán. Lo que creemos es que hay cada vez más voces que se muestran partidarias de lo mismo que nosotros creemos: el derecho a decidir el propio futuro, a vivir sin temor a un gobierno arbitrario, a poder educar a los hijos -niños y niñas-, son exigencias no negociables de la dignidad.

P. Pero, ¿no es probable que esa oleada arrastre a los aliados menos democráticos que EE UU, como Arabia Saudí y Egipto?

R. Prácticamente en todos los países de la región hay gente que valora la reforma. Como ya he dicho, el príncipe heredero saudí ha hablado de una carta árabe para la reforma económica y política. No es algo que se deba temer; es deseable. Es hora de que Oriente Próximo se convierta en la región vibrante y próspera que puede ser.

P. EE UU ha decidido establecer un Gobierno provisional dirigido por un estadounidense para después de la guerra, en lugar de un Gobierno provisional de iraquíes. Recientemente, Sarif Ali bin al Hussein, miembro del Congreso Nacional Iraquí, presidido por la familia real en el exilio, me dijo que la ocupación estadounidense es injustificada e imprudente; que la población no necesita que la desnazifiquen; que Irak no es Alemania ni Japón, sino la Francia posterior a la II Guerra Mundial; que esta idea no es aconsejable porque, en un abrir y cerrar de ojos, convertirá a los estadounidenses de liberadores en invasores.

R. EE UU pretende quedarse en Irak el tiempo necesario. No deseamos ser una potencia de ocupación. Sólo queremos asegurarnos de que se mantiene la integridad territorial de Irak, de que no estalla la violencia y de que se solucionan los problemas humanitarios. Queremos poner al país en la senda de la reconstrucción y de un futuro democrático. Queremos asegurarnos de que se empieza el proceso y de que se lleva a término.

P. ¿Quién controlará el petróleo en Irak después de Sadam?

R. El petróleo y los demás recursos de Irak son para los iraquíes; a ellos les pertenecen y es a ellos a quienes deben beneficiar.

P. ¿Se mantendrán las tropas estadounidenses estacionadas allí durante 50 años, como han estado en Alemania y Japón?

R. No se trata de nuestra visión de democratizar la región, ni de imponerla de una manera u otra. Se trata de la democracia como un valor universal. Habrá un periodo en el que nuestras fuerzas de coalición estarán más activas. Permaneceremos en Irak el tiempo necesario para garantizar esta oportunidad, pero ni un minuto más.

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