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Reportaje:

El espectáculo bélico

Las cadenas de televisión toman posiciones en los principales escenarios del conflicto de Irak

A los pocos minutos de que comenzara en 1991 la operación aliada contra Irak por la invasión de Kuwait, ocho de cada 10 televisores de Los Ángeles sintonizaban la CNN. Doce años después, la competencia de las cadenas informativas ante la perspectiva de una nueva guerra supone tal inversión en prestigio y dinero como para llegar a convertirse en una sentencia de bancarrota para alguna de ellas si el gasto no genera rentabilidad en términos de publicidad o audiencia.

Un único acontecimiento noticioso -la Guerra del Golfo- sirvió para crear un imperio informativo y una marca de calidad e inmediatez, la CNN. A lo largo de la siguiente década, la cadena asistió al nacimiento de competidores; en los últimos tres años, alguno de sus contrincantes le ha arrebatado el trono de la información audiovisual.

La cadena MSNBC, de propiedad compartida entre Microsoft y la NBC, se mantiene estancada en una tercera posición. Pero no es la CNN sino Fox News la cadena informativa preferida por los estadounidenses. Fox News, profundamente conservadora y alarmantemente patriótica, disfruta más con la opinión que con la información, pero los espectadores parecen enganchados a tertulias monolíticas que en ocasiones llegan a convertirse en auténticas soflamas. Para algunos de sus tertulianos invadir Irak es una delicadeza: hace falta convertir la península arábiga en un Guantánamo gigante.

Es en esta batalla empresarial en la que llega la preparación mediática para un posible conflicto militar. Las cadenas informativas han presupuestado entre dos y cuatro millones de dólares a la semana para cubrir la posible guerra. La CNN ha reservado 35 millones. Dado que, si la guerra es larga, el dinero se queda corto, los gestores de las cadenas confían veladamente en que la operación se parezca más a un paseo militar que a una operación dilatada. De hecho, tienen tanto interés en aprovechar la rentabilidad de la noticia como en que la noticia no sea excesivamente larga, porque ganarían prestigio en la cobertura, pero perderían una enorme suma de dinero en su mantenimiento.

La Fox, a pesar de ocupar el liderazgo, es la peor situada porque una guerra se cubre muy mal con tertulianos. La CNN tiene la mejor red de corresponsales y el mayor compromiso con la información. La cadena espera mandar a primera línea de combate a sus estrellas más ubicuas e incansables, como Wolf Blitzer y Christiane Amanpour. Para la MSNBC, que aprovecha el despliegue de la NBC, la guerra puede ser su oportunidad de lo que aquí llaman make or break: crecer o hundirse.

Las grandes cadenas generalistas (ABC, NBC y CBS) lo tienen más fácil: no necesitan mantener una cobertura ininterrumpida y tienen niveles de audiencia muy superiores.

A menor escala, las televisiones españolas preparan su operativo para afrontar la cobertura del conflicto. La información es cara, pero cada una de las tres grandes cadenas va por su cuenta. Aunque a la hora de la verdad, en los grandes acontecimientos internacionales, la tendencia ha sido pinchar la señal de la CNN, como ocurrió con los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Y no siempre emitieron aquellas impactantes imágenes con los pertinentes permisos. Ahora confían en que el material de primera línea informativa sea servido por algún servicio de noticias internacional.

Ante el conflicto que se avecina, TVE ha sacado su potencial de televisión pública. Tiene ya desplazados a seis enviados especiales, a Bagdad, Kuwait, Turquía, Jordania y Qatar. Antena 3 tiene tres equipos destacados en la zona caliente. A lo largo de la semana ha emitido un serial de reportajes con la escalada bélica como telón de fondo e incluso una entrevista con el presidente del Gobierno, José María Aznar. TVE también ha echado mano de alarmistas documentales sobre bioterrorismo y ha ofrecido un alud de entrevistas a representantes políticos.

Tele 5 ha desplazado a la zona dos equipos destinados en Bagdad, otro en el Kurdistán iraquí y otro más a Kuwait. También habrá enviados especiales en Turquía, Jerusalén, Jordania, Nueva York, Bruselas, París y Washington. La próxima semana ofrecerá entrevistas con representantes de los partidos políticos. Para centrar posiciones, Tele 5 había previsto un debate entre el jefe del Ejecutivo, José María Aznar, y el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la negativa del primero hará imposible el cara a cara.

Canal + y CNN+ se nutrirán con las informaciones procedentes de la red de corresponsales del canal norteamericano, apoyadas por un equipo de analistas y politólogos que contribuirán a explicar los antecedentes y las consecuencias de la posible guerra. A partir de mañana, Canal + emitirá en abierto el telediario Irak, la cuenta atrás (15.00), conducido por Marta Fernández. Cobijará todos los frentes de la escalada militar, con especial atención a su repercusión en el ciudadano de a pie.

Maniobras de los <i>marines</i> estadounidenses cerca de la frontera de Irak con Kuwait.
Maniobras de los marines estadounidenses cerca de la frontera de Irak con Kuwait.REUTERS

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