Aguas de Valencia realizará nuevas auditorías sobre las relaciones mercantiles de los socios con la empresa
El consejo de Aguas de Valencia encomendó ayer al director general del grupo, Antonio Alonso Pozas, que solicite presupuestos para contratar una auditoría relativa a las posibles relaciones mercantiles que haya podido establecer la empresa con sociedades vinculadas a los distintos socios de la entidad. La iniciativa fue formulada como un acuerdo del comité ejecutivo de Aguas de Valencia y aprobada por unanimidad en la sesión oficial del consejo.
La unanimidad y el acuerdo previo, sin embargo, no ocultan el malestar que impera entre los socios, Saur, vinculado al grupo francés Bouygues y que controla un tercio del capital, por un lado, y Banco de Valencia, Lubasa y Facsa, por otro. En medio, Vicente Boluda, presidente de la compañía.
El primer interés por una auditoría específica en torno a las relaciones mercantiles entre Aguas de Valencia y sus socios lo muestran los representantes de Saur, a través de una nota remitida a otros accionistas y difundida por algunos diarios.
La propuesta entraña la posibilidad de conocer alguna posición desleal de miembros del consejo hacia Aguas de Valencia, lo que beneficiaría la estrategia de Saur para reclamar una posición dominante en la sociedad. Pero el Banco de Valencia, que amplió su presencia en el capital de la empresa hace unos meses, apoya sin fisuras la iniciativa. Lo mismo que el resto de socios, por razones obvias, según fuentes coincidentes del consejo.
Una fuente próxima a Aurelio Hernández, consejero delegado de Aguas de Valencia hasta el pasado mes de diciembre, sugiere que la auditoría encomendada al nuevo director general carece de sentido, puesto que los posibles acuerdos mercantiles de la empresa con socios de la misma pueden contrastarse en las cuentas depositadas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Una fuente vinculada al sector financiero comenta, sin embargo, que el detalle de los distintos contratos entre empresas puede escapar a los balances y cuentas oficiales, pero, sin duda, deben estar reflejados en la contabilidad.
El consejo evitó abordar la supuesta contratación de encuestas por parte de Aguas de Valencia, algunas de carácter netamente político, sin relación alguna con el negocio de la empresa.
Aguas de Valencia renovó hace apenas un año el contrato para gestionar el suministro de agua potable a la ciudad de Valencia durante cincuenta años más.
